Con un calendario temible y una plantilla que cada semana se le hace más corta, Julen Lopetegui tiene la obligación de refrescar a su equipo en la Copa del Rey en una primera eliminatoria a priori sencilla ante un equipo de Segunda RFEF, pero en la práctica con mucho peligro escondido, pues se trata de un rival que hace siete años estaba en Primera División y que no deja de ser un derbi regional ante el Córdoba.

El entrenador guipuzcoano dirigió ayer lunes una sesión de entrenamiento marcada de nuevo por las bajas por lesión y en la que los titulares en el Santiago Bernabéu tuvieron un trabajo regenerativo aparte del resto del grupo destinado a la recuperación muscular.

Lopetegui sigue sin poder contar con Jesús Navas y En-Nesyri, lesionados de larga duración, y tampoco con Suso ni Lamela, mientras que es posible que hoy el técnico desvele que algún jugador más tiene problemas, ya que hay que recordar que fueron dudas en las horas previas a la cita ante el Real Madrid titulares como Koundé, Diego Carlos y Ocampos.

La lógica dice que ante el Córdoba tengan su oportunidad jugadores que han participado menos (Dmitrovic, Gudelj, Idrissi, Óscar Rodríguez, Munir...) y algún canterano de los asiduos en las convocatorias de Lopetegui, pero el sistema de competición, a partido único en el campo del equipo de más baja categoría, invita a no dar demasiadas concesiones para evitar sorpresas. Además, el ambiente en el Nuevo Arcángel será espectacular, con más de 15.000 entradas vendidas.

El Sevilla llevará a cabo hoy martes el último entrenamiento antes de viajar a Córdoba, tras el que Lopetegui ofrecerá su rueda de prensa.