Sevilla FC

De tacón y con cacha, el Mudo Vázquez (2-0)

  • El argentino desata la locura en el dos a cero definitivo al marcar un golazo propio de los grandes genios que levantan la Maestranza

  • El Sevilla sí hizo bueno tener un partido menos, derrotó al Elche con la paciencia como principal arma y ya distancia a la Real en nueve puntos y así sucesivamente con el resto de equipos que lo preceden en la tabla

Casi con displicencia, el Mudo golpea con el tacón, la pelota pasa por debajo de las cachas de Dani Calvo y golazo.

Casi con displicencia, el Mudo golpea con el tacón, la pelota pasa por debajo de las cachas de Dani Calvo y golazo. / Antonio Pizarro

El Sevilla hizo bueno eso de tener un partido menos en la clasificación y lo ganó, sumó tres nuevos puntos a su casillero cuando el resto, salvo el Elche, no tenía opción a eso y se dispara respecto a los equipos que lo siguen en la tabla. Nueve puntos de distancia a la Real Sociedad, 12 al Betis, 14 al Villarreal, 18 al Granada y así sucesivamente cuando la tabla de la Primera División del fútbol español por fin refleja la realidad de todos los equipos con el mismo número de encuentros disputados, algo que hasta este miércoles no había sucedido desde que se iniciara el torneo allá por agosto cuando los sevillistas aún estaban casi de vacaciones.

Son las cosas de los equipos grandes de verdad, de los clubes que están obligados a retrasar sus comparecencias en los campeonatos debido a los compromisos de alta alcurnia que deben litigar y que les impiden tener las mismas vacaciones que los demás. Le sucedió al Sevilla y también al Bayern, ni más ni menos, como también le ocurrió a un argentino llamado Franco Vázquez y al que en el mundo del fútbol, vayan a saber por qué, se lo conoce como el Mudo.

Messi habrá marcado goles infinitamente mejores, pero éste también lo habría guardado en disco duro

Hablar, sin embargo, habla por mucho que lo suela hacer de forma extremadamente guadianesca, como los grandes genios con la excepción de su compatriota Leo Messi, que lo hace en un 80 por ciento de sus comparecencias en los terrenos de juego. Pero ahora no ocupa hablar de la Pulga sino del Mudo y vaya por delante que si el gol de ese otro zurdo nacido en Argentina lo llega a marcar el 10 del Barcelona seguro que daría la vuelta al mundo.

Que sí, que quien esto escribe conoce a la perfección la trayectoria de Messi desde que jugaba en los juveniles del Barcelona y había que aprovechar cualquier presencia de ese equipo en una ciudad deportiva sevillana para ir a gozar de sus caracoleos y goles. Por tanto, sé perfectamente que el azulgrana habrá marcado tantos infinitamente mejores, pero permitan la licencia de comparar a este Mudo Vázquez con los grandes toreros que son capaces de silenciar la Maestranza antes de que, como dice un veterano amigo y compañero, todos los aficionados salgan toreando del coso sevillano. Si en el Ramón Sánchez-Pizjuán hubiera acudido algún hincha en esta primaveral tarde, seguro que le habría dado con el tacón nada más bajar por los vomitorios y hasta habría mirado hacia el que llevaba al lado para ver, figuradamente, la trayectoria del balón pasando por debajo de sus piernas, lo que toda la vida ha sido una cacha, para encaminarse hacia la red de la portería del rival, el Elche en esta segunda jornada de la Liga.

El Mudo desató la locura entre los únicos hinchas que estaban en el estadio nervionense, sus propios compañeros

El Mudo, no en vano, desató la locura entre los únicos hinchas que estaban en el estadio radicado en el sevillanísimo barrio de Nervión, es decir, entre los futbolistas que defendían el mismo escudo que él. Todos se acercaban a felicitarlo con un rostro de no creérselo en exceso. O más bien, con la sensación de que había sido capaz de trasladar a un partido oficial lo que suele hacer en los rondos de la ciudad deportiva, porque esta semana ha circulado uno por las redes sociales en el que maltrataba a un compañero haciéndolo venir con una pisadita para pasarle el esférico por debajo de las cachas.

Era la forma que prácticamente había elegido para despedirse un verdadero genio del balón, un futbolista distinto, capaz de ser admirado por unos pocos y de ser denostado por muchos más debido a su aparente frialdad. Porque el Mudo debe estar jugando prácticamente sus últimos minutos con la camiseta sevillista dado que el próximo 30 de junio cumple con las cinco temporadas que firmó en los tiempos de Jorge Sampaoli y está claro que su continuidad es imposible. Como es igual de diáfano que Julen Lopetegui apenas le ha dado bola, porque no se la ha merecido tampoco, dicho sea de paso, en este tramo del curso. Incluso se quedó fuera de la relación para la Liga de Campeones en el mercado invernal y nadie lo echó excesivamente de menos.

Esta semana ha circulado por las redes un rondo en los entrenamientos en el que da una cacha impresionante

Pero los genios tienen estas cosas y el Mudo lo es y lo será. Capaz de las cachas inverosímiles y de taconazos excelsos. Este miércoles, en la segunda jornada de Liga, fue capaz de aunar las dos cosas para que su Sevilla, el que apenas lo utiliza porque tiene otros elementos en mejor estado, sumara los tres puntos del partido aplazado, algo con lo que cuentan todos los equipos que tienen alguno pendiente y que no siempre lo consiguen.

Por contextualizarlo todo, porque el Mudo ingresó en el campo en el minuto 87, ya casi con todo finiquitado dentro de un triple cambio, Julen Lopetegui refrescó a los suyos con cinco futbolistas que no habían partido como titulares en el derbi frente al Betis, el Sevilla tuvo toda la paciencia del mundo para mover al Elche una y otra vez de costado a costado con la intención, también, de no perder la pelota en situaciones de riesgo.

El objetivo era dejar la fruta caer por madura y ésta se soltó del árbol al filo del descanso, con un centro perfecto de Suso y un cabezazo no menos magnífico de En-Nesyri, que desvió la pelota hacia la red apenas rozándola.

El Sevilla jugó a dejar que la fruta cayera por madura y ésta se soltó del árbol con el cabezazo de En-Nesyri

A partir de ahí menos riesgo que iba a correr el Sevilla en el segundo acto, aunque debió sentenciar el litigio muchísimo antes que la genialidad del Mudo. Lo pudieron hacer Óscar Rodríguez, Rakitic, En-Nesyri de nuevo o Munir, pero hasta ellos sabían que esta vez todos los honores le correspondían a un Mudo que fue capaz de hablar bien alto con ese taconazo, con cacha incluida, para pillar a contrapié al eficaz Édgar Badía.

Lo dicho, igual que en los toros, a seguir dándole todos de tacón y a mirar al que está al lado para ver si el balón pasa por debajo de las cachas en busca de una imaginaria portería. Loa al Mudo Vázquez más que merecida por su genialidad.

 

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