Víctor Orta y la dificultad de fichar al lateral izquierdo sobre la bocina
El Sevilla sólo espera una improbable oportunidad de mercado para fichar a un defensor que dé relevo a Pedrosa, único en el puesto tras la salida de Barco, con Kike Salas como comodín
García Pimienta no iguala a García Pimienta

Hasta las doce de la noche de este lunes 3 de febrero estará el Sevilla abierto a la posibilidad de que llegue un tercer refuerzo que termine de corregir los yerros de la planificación estival. Este fin de semana cobraron forma dos de las salidas que estaban apuntadas como prioritarias en la agenda de Víctor Orta. Se hizo oficial por parte del Estrasburgo el fichaje del lateral izquierdo argentino Barco por el club francés cedido con opción de compra, algo que no tenía en el Sevilla. El club de Nervión y el Brighton rescindieron el contrato de cesión que tenía el Colorado antes de que se anunciase el nuevo préstamo. Y esto le abre la puerta de par en par a la llegada de un sustituto que le dé relevo a Pedrosa en ese flanco de la zaga. Pero tendría que ser una opción de mercado que se antoja complicada.
La salida de Iheanacho aún no es oficial, pero el hecho de que el club le diera permiso en la jornada dominical, en la que tenía sesión de entrenamiento el primer equipo, para que viajara a Inglaterra da una pista muy clara sobre que está muy cercano su adiós. Será un hasta luego en realidad, porque la oferta del Middlesbrough, subcampeón de la Copa de la UEFA que ganó el Sevilla en Eindhoven en 2006 y ahora en la Championship (Segunda División), es de cesión pura. Es decir, de cerrarse ese préstamo, como parece que ocurrirá, Iheanacho volverá en verano para cumplir el segundo año de contrato que tiene en Nervión.
Iheanacho como segunda llave
El Sevilla buscará con esa salida ahorrarse una parte importante de la media nómina que le debe pagar al nigeriano por la media temporada restante. Y ese ahorro también ayudará a que Víctor Orta apure las opciones del mercado para fichar a un lateral izquierdo que en cualquier caso sería a bajo coste. Es inviable que las arcas de Nervión sigan abriéndose para que haya más gasto en la adquisición del pase de algún futbolista tras el esfuerzo realizado por Rubén Vargas y por Akor Adams, un montante de 8 millones de euros que ha sorprendido ante la situación del límite salarial que tenía el Sevilla en septiembre.
Viró esta situación por los traspasos de Ocampos (7,25 millones de euros) y Montiel (4,5 millones) al Monterrey y el River Plate -curioso el cambio de sentido del fluir de euros entre América y España-, pero el lastre que arrastraba el Sevilla era tan importante que tocó techo en cuanto al gasto.
Un lateral izquierdo cedido... compartiendo ficha
El club de Nervión sigue teniendo margen dentro de su escueto límite salarial, pero para pagar el salario incluso compartiendo ficha si es una cesión como se pretende, no para hacer más dispendios. Ésta es la razón por la que tuvo que descartar a Sangante una vez que Badé decidió no aceptar la propuesta del Aston Villa, ya que el central y capitán del Le Havre tiene un coste de más de cinco millones de euros. Una barbaridad para este Sevilla. Y además el lateral que llegara, si es que cuadra todo y fuera una opción asequible, ha de tener un contrato medio-bajo, en la línea de los fichajes que ya venía haciendo desde el último verano.
Precisamente Iheanacho era uno de los pocos que se saltaba esta norma por llegar como agente libre de Inglaterra. Y también por eso puede liberar una cantidad mayor que Valentín Barco, por ejemplo. Sea como fuere, la dirección deportiva apurará las horas para intentar darle a García Pimienta otro lateral izquierdo.
Kike Salas, uno de los cuatro centrales
Porque además Kike Salas debe recuperar su rol de central ante la la escasez de defensores en el eje y la situación de Marcao, uno de los capitanes que no termina de convencer a nadie, ni a su técnico pese a que lo defienda públicamente. Con Badé y Gudelj ambos completan la rotación de centrales. Pero eso no lo descarta como comodín para el lateral izquierdo. Recuperado de la lesión se pasó el susto de que se quedara totalmente coja en la izquierda la zaga.
El técnico barcelonés ha reiterado cada vez que se le ha preguntado que tiene la promesa del comité de dirección de que habrá una llegada por cada salida. Algo que estaba pendiente desde el traspaso de Ocampos en el caso del extremo izquierdo y que fue el primer hueco cubierto con Rubén Vargas. Luego le llegó el turno a Akor Adams una vez que se le mostró la puerta de salida a Iheanacho y tras la venta de Montiel. Ahora toca otra gestión de pieza por pieza con la rescisión de la cesión de Barco, acentuado el margen con el probable préstamo de Iheanacho. A Víctor Orta le toca mover pieza aunque lo más probable es que no llegue ningún fichaje más.
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