La ONU pide 3.500 cascos azules más en Haití

Ban Ki-moon ha solicitado al Consejo de Seguridad que apruebe un aumento temporal de las fuerzas de paz en el país para mejorar la seguridad.

Efe

Naciones unidas, 18 de enero 2010 - 21:53

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió al Consejo de Seguridad que amplíe en 3.500 miembros las fuerzas internacionales de paz desplegadas por Naciones Unidas en Haití para mejorar la seguridad y la coordinación de la ayuda al devastado país antillano. De los 3.500 efectivos solicitados, 1.500 serían para aumentar las fuerzas policiales, un 67% más de su nivel actual, y 2.000 como militares, un 30% más que su cifra actual y por un periodo de seis meses.

"Lo más importante ahora es cómo coordinar de manera efectiva y coherente toda la ayuda internacional, y hacerlo todo sin que se desperdicie ni tiempo ni asistencia", afirmó Ban, tras realizar esa petición al máximo órgano de decisiones de la ONU.

La misión de estabilización de la ONU en Haití (Minustah) cuenta en la actualidad con 8.965 militares y policías, así como con 482 civiles internacionales, 1.247 locales y 213 voluntarios, que suponen una presencia de 10.907 personas, según datos de la ONU. Las unidades militares proceden de 18 países diferentes, las policiales de otras 41 naciones y los civiles de 115. El presidente de turno del Consejo y embajador de China, Zhang Yesui, señaló que los países están "consultando ya con las capitales y trabajando para dar una rápida respuesta a la petición del secretario general de la ONU".

"La petición del secretario general tiene datos bien fundamentados", dijo el embajador de México ante la ONU, Claude Heller, quien también señaló que "en principio hay acuerdo" para dar luz verde a esa petición, que podría quedar formalizada "a más tardar mañana". México fue uno de los países que el domingo solicitó a la presidencia china una reunión de emergencia del Consejo para abordar la situación de Haití. "La reunión fue muy oportuna para revisar el nivel de daños y la necesaria asistencia internacional que se requiere", dijo Heller, que insistió en la necesidad de que la distribución de la asistencia humanitaria que ha llegado masivamente desde muchos países se realice bajo unas condiciones de seguridad y de estabilidad básicas.

El terremoto de magnitud siete en la escala de Richter del pasado 12 de enero en Haití, con epicentro localizado a 15 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe, ha causado entre 150.000 y 200.000 muertos, así como tres millones de damnificados, y la casi completa destrucción de infraestructuras, hospitales y comunicaciones del que ya era el país más pobre del continente americano. Haití vive una caótica situación desde entonces y ya se han producido acciones de saqueo y pillaje ante la falta de policías y por el retraso en la distribución que la falta de seguridad causa en la distribución humanitaria.

Unos 3.000 militares y policías de la Minustah, junto a lo que queda de la Policía Nacional haitiana, mantienen la seguridad de Puerto Príncipe, donde al menos 300.000 personas pudieron haber quedado sin hogar, según datos de Naciones Unidas. Ban subrayó también en sus explicaciones a la prensa que "la comunidad internacional apoya que la ONU sea el principal coordinador de esa ayuda. Tenemos que intentar establecer un mecanismo para hacerlo de manera más estructurada". Señaló que ese aumento de las fuerzas internacionales de paz es necesario "para desbloquear los cuellos de botella" que está teniendo la distribución de ayuda y "para afrontar el desafío más importante, que es el de la coordinación".

La próxima luz verde del Consejo a esa petición "reafirma que el papel de coordinación de la ONU es central, y que se hace en estrecho contacto con el Gobierno haitiano, que también trata de recomponerse" tras las bajas sufridas, señaló el diplomático mexicano. "México plantea que en un segundo momento, una vez que haya finalizado esta etapa de emergencia todavía con las víctimas, que la ONU deberá revisar su estrategia integral de respaldo a Haití y eventualmente el papel de Minustah", dijo Heller. Agregó que "el compromiso de la comunidad internacional con Haití debe de ser a largo plazo y robustecido".

Al referirse a su visita de seis horas a Puerto Príncipe, Ban señaló que la situación de Haití era "sombría y sobrecogedora" y que "todo el país está devastado. Este es el peor desastre humanitario al que se enfrenta la comunidad internacional desde hace varias décadas". No obstante, indicó que pese al sufrimiento generalizado de la población, "en las caras de la gente se ve paciencia y afán de superar las dificultades".

El componente militar de Minustah, que opera en Haití desde 2004, está bajo el mando del general brasileño Floriano Peixoto Vieira Neto, y su dirección interina de Minustah corresponde al diplomático guatemalteco Edmond Mulet, designado para ese puesto por Ban, ya que su titular, el tunecino Hédi Annabi, y su adjunto, Luiz Carlos da Costa, fallecieron en el terremoto.

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