"Hay una base orgánica susceptible de tratamiento"

-¿Cuál es la situación médica que rodea hoy a la fibromialgia?

-Entre los médicos de asistencia primaria sigue habiendo un número alto de ellos que consideran que esta enfermedad no existe. Ello está basado probablemente en el desconocimiento que tienen de esta patología, cuyos síntomas son frecuentes entre la población general acompañando a otras enfermedades. Sin embargo, cuando todos estos síntomas aparecen en un mismo individuo con un grado de intensidad por encima de lo habitual, es cuando hay que pensar en que algo distinto está ocurriéndole a ese paciente y que se llama fibromialgia. Pensar que lo que refiere el paciente son sólo síntomas comunes, y por tanto banales, es un error que conlleva a un retraso en el diagnóstico y el tratamiento.

-¿Dónde reside la importancia de una atención interdisciplinar?

-Los pacientes dejan de ir de una consulta a otra de forma interminable sin que haya nadie que le dé una explicación satisfactoria, les pongan un tratamiento adecuado y asuma el control de su enfermedad. Por otra parte, para el sistema sanitario supone una optimización de sus recursos, de manera que se va a conseguir el control de la enfermedad utilizando exclusivamente los recursos necesarios.

-¿Cuáles son los pilares para abordar esta enfermedad?

-Como primera medida, hace falta un diagnóstico lo más precoz posible. Y el tratamiento más eficaz que se puede dar comprende algunos fármacos como analgésicos, antidepresivos y anticonvulsivantes; ejercicio físico, como la gimnasia de mantenimiento o el ejercicio aeróbico; y una terapia cognitivo conductual.

-¿Y los últimos avances?

-Existen imágenes obtenidas con técnicas de resonancia magnética en las que se observa cómo se activan determinadas zonas cerebrales en los pacientes con fibromialgia que son diferentes a lo que ocurre en sujetos que no padecen la enfermedad. Este hallazgo todavía no permite utilizar esta herramienta como un método diagnóstico, pero ha demostrado que lo que le ocurre a estos pacientes tiene una base orgánica susceptible de tratamiento.

-¿Qué papel juega la genética?

-Existe una serie de genes que predisponen a la aparición de los síntomas de la fibromialgia, pero debe existir una serie de factores desencadenantes que actuando sobre dicha base genética produzcan la enfermedad. Como se puede deducir, hoy día podemos actuar mejor sobre los factores desencadenantes que sobre la base genética.

-¿Cómo influye la fibromialgia en la calidad de vida del paciente?

-En lo personal, los pacientes se encuentran con múltiples síntomas que les impiden hacer una vida normal; en lo familiar y social, se acompaña de graves trastornos de la vida en sociedad con índices elevados de conflictividad; en lo laboral, estos pacientes presentan unas tasas muy elevadas de desempleo, abandonos del puesto de trabajo, incapacidad laboral y jubilaciones por enfermedad.

-¿Cuáles son los retos de futuro?

-El objetivo principal debe ser conseguir que sea considerada como una enfermedad como cualquier otra. Hay que eliminar los prejuicios sanitarios, sociales y administrativos que limitan en la actualidad el tratamiento y el control de estos pacientes.