Casi 30 años después, tendrá lugar la celebración del juicio por un caso de asesinato doble en la localidad de O Ceao, en Lugo, en 1994. Por aquel entonces, aunque había sospechosos, no se llegaron a reunir las suficientes pruebas para condenar a nadie.

A los 20 años de ocurrir los hechos se encontraron indicios que permitieron que la causa no se cerrara y por eso el 6 de febrero de 2023 comenzó la vista por el crimen de Cash Record.

Los hechos 

El suceso tuvo lugar el día 30 de abril de 1994. Era domingo y la tarde era cálida. En torno a las ocho de la tarde una persona entró en la tienda Cash Record de O Ceao. Allí estaban Elena, que era cajera, y Esteban, que trabajaba como reponedor.

Estaban a punto de cerrar el negocio cuando un sujeto entró en el establemiento y les disparó indiscriminadamente. Los mató al instante. Robó casi cinco millones de pesetas y huyó, posiblemente con la ayuda de un cómplice.

La hermana de Elena encontró los cadáveres un rato después. Como hacía habitualmente, fue a buscarla a la salida de la jornada. Iba acompañada por los hijos de la víctima cuando se topó con los cuerpos. La policía acudió al establecimiento de inmediato, pero no encontraron al asesino ni indicios de quién podía ser.

Manuel Juan V. C.,único acusado del brutal crimen, tiene 56 años actualmente. Era entonces gerente de un establecimiento de hostelería, el bar Los Ángeles, ubicado en el centro de Lugo. Se le imputan dos delitos de asesinato, uno de robo con violencia con muerte dolosa y uso de armas, y otro de tenencia ilícita de armas de fuego, por lo que se enfrenta a 28 años de prisión. 

Su figura siempre estuvo en el ojo de los investigadores pero su nombre pero no adquirió una importancia real hasta casi 20 años después del suceso. La policía siempre lo vio como el principal sospechoso, pero nunca se llegaron a tener pruebas contundentes contra él hasta dos décadas después.

En su bar se daban situaciones ilegales relacionadas con la venta y consumo de estupefacientes así como de armas. Tras los hechos, el sospechoso se mudó a vivir a Burgos y desde allí, la jueza encargada del caso lo llamó a declarar.

En septiembre del 2021, se presentó en el juzgado. Defendió su inocencia alegando que el día de los hechos estuvo en el bar. Aunque nadie pudo darle coartada tampoco se pudo desmentir que eso hubiera sido así.

Justificó, hace dos años, que estaba procesado porque posiblemente alguien con quien tuvo problemas habría intentando implicarle. Sin embargo la jueza encargada del caso y la Audiencia Provincial no lo creyeron y decidieron, en los últimos meses, continuar el proceso contra él y llevarlo a juicio. 

Poco antes de que se cumpliesen 20 años del caso (en el 2013), se imputó a Manuel Juan V. C. como posible autor de las muertes.

Un equipo de la Policía Judicial de Madrid, tras analizar nuevos indicios y testimonios, decidió investigar oficialmente al sospechoso. Esta imputación hizo que se eliminase la posibilidad de prescripción del procedimiento, que estaba a punto de caducar.

El juicio será un caso único. Puesto que los hechos tuvieron lugar en 1994, el acusado sería tratado según esta ley y no la actual. Nunca en la historia de España se ha juzgado a alguien por un caso de tal magnitud después de tanto tiempo.

Peculiaridades del juicio

De haber ocurrido el delito hoy, la acusación podría pedir la prisión permanente revisable (algo posible si la suma de los delitos es superior a los 25 años de prisión) para el procesado. En este juicio, sin embargo, no será así ya que esa fórmula no existía hace 28 años.

Además, no será un jurado popular el que decida la culpabilidad o la inocencia del acusado, algo que sí ocurriría si se aplicase el Código Penal actual, vigente en su mayor parte desde el año 1996, dos años después del crimen del Cash Record. En su caso, será el tribunal de la Audiencia Provincial de Lugo el encargado de dictar la sentencia completa.

Está previsto que declaren en la vista más de 50 testigos en los cuatro días que durará el juicio, del lunes 6 de febrero al jueves 9 del mismo mes.

Incluso se leerá la declaración de un testigo que ya ha fallecido, hecha en la fase de diligencias. En total, comparecerán 38 testigos particulares, 21 policías, y cuatro peritos.

Quien no ha visto indicios suficientes de culpabilidad ha sido el fiscal del caso, que incluso ha pedido el sobreseimiento de la causa. Éste ha preferido mantenerse al margen y quedarse fuera de la acusación.