El aviso de que había un artefacto explosivo en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) se produjo en la noche de ayer, miércoles 10 de mayo, con una llamada realizada a las 22:15 horas desde un teléfono con número oculto. La Policía la tomó con seriedad por lo que se procedió al inmediato desalojo del hospital aunque sospecharon que podría tratarse de una broma.

De esta manera efectivos de los Tedax (Técnico Especialista en Desactivación de Artefactos Explosivos) y unidades caninas especializadas en detección de explosivos procedieron a realizar las oportunas comprobaciones dentro del complejo sanitario, donde finalmente no encontraron nada. 

La evacuación

En torno a las 23:30 horas los agentes comenzaron con la evacuación parcial del centro hospitalario. Empezaron por el servicio de Urgencias y las salas de espera colindantes para evitar que hubiera ningún familiar en su interior.

Posteriormente y puesto que los especialistas aun no habían registrado todas las instalaciones, procedieron a desalojar a los pacientes leves o que no tenían ningún problema de movilidad. Estos pacientes fueron automáticamente derivados, según ha informado la Consejería de Salud, a otros centros sanitarios, al igual que pasaba con las personas que llegaban al mismo servicio de urgencias después de que hubiera producido la amenaza. 

Así prosiguió el desalojo hasta pacientes con algo más de gravedad pero no con una situación delicada, aunque si pidieron a sus familiares que abandonaran el recinto. Mientras el personal mínimo imprescindible atendía a los pacientes que no pudieron ser evacuados debido a la sensibilidad de la situación. Junto a dicho personal también quedaron agentes de la Policía Nacional, entre los que estaban algunas unidades caninas.

Mientras los expertos recorrían la zona de urgencias buscando un posible artefacto explosivo, fuera del recinto aguardaban el resto de sanitarios, pacientes y familiares en las bocas de los parkings.

Minutos después de la una de la mañana, los servicios especiales confirmaban que no había ninguna bomba en el hospital y que todo podía volver a la normalidad.

La gerente del Sespa, Conchita Saavedra. comunicaba que se normalizaba el acceso de enfermos al área de Urgencias del HUCA así como de los familiares de los enfermos a las salas de espera. "Se ha comprobado que las nueve plantas de hospitalización y la zona de urgencias están limpias. Ahora se están inspeccionando otras áreas del hospital", declaró Saavedra

Las autoridades sanitarias asturianas han querido lanzar un mensaje de tranquilidad y aseguran que han puesto en marcha un equipo de atención telefónica para atender las llamadas de preocupación de los familiares de los pacientes ingresados en el HUCA.

En este sentido, fuentes de la Consejería de Salud piden que se utilicen los servicios telefónicos del 112 donde se podrá facilitar información sobre el desarrollo del desalojo aunque no se podrá facilitar información clínica de ningún paciente. Además, el Sespa ha bajado la presión de urgencias, tanto de los casos leves como de los familiares, a través del 112, mediante la derivación de pacientes a otros dispositivos sanitarios.

Los cuerpos y fuerzas de seguridad han recordado que hacer este tipo de llamadas falsas son un delito y están penadas con hasta 100.000 euros de multa a quien las realice.