Desapariciones misteriosas en España: dos años sin Manuela Barbosa
La mujer salió de su casa en Redondela para ir hasta Arcade, en Pontevedra, pero nunca más se la volvió ayer.
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El jueves se cumplieron dos años desde que Manuela Barbosa Sousa, una vecina de Redondela (un municipio de Pontevedra) de 66 años salió de casa para dirigirse hasta la localidad de Arcade, en la misma provincia. Se dirigía a casa de una de sus dos hijas pero nunca llegó.
Cuando denunciaron su desaparición numerosos vecinos de Redondela y Soutomaior ayudaron en su búsqueda durante las primeras semanas, llevando a cabo batidas por los montes cercanos a la zona en la que había sido vista por última vez.
Las hijas insistían en que la mujer tenía problemas de salud y necesitaba medicación, de ahí la celeridad por tratar de dar con alguna pista de forma inminente sobre su paradero. También se inspeccionó, con la coordinación de la Guardia Civil, la Policía Nacional y Portección Civil, la zona colindante al río Verdugo. Ante la falta de resultados se ampliaría el radio de búsqueda a municipios del entorno como Redondela, Pontevedra, Vigo o Marín, incluso por los albergues y comedores sociales por si pudieran saber de ella, aunque no se hallaron nada.
Hubo un gran despliegue de cartelería por toda la provincia con la imagen de Manuela para facilitar su identificación que permaneció durante meses, pero la realidad es que no se consiguió ninguna pista que pudiera dar con su paradero.
A pesar de las diligencias llevadas a cabo entonces por la Policía Nacional para resolver el caso, la falta de pruebas dio lugar a que la investigación quedara parada. La desaparición de Manuela Barbosa nunca tuvo indicios de haber sido voluntaria pero jamás encontraron ninguna pista que pudiera incriminar a nadie.
Sus dos hijas, Raquel y Ana, que han sido entrevistadas por el grupo Prensa Ibérica, cuentan que “la situación es muy difícil de llevar para toda la familia”. Dicen que llevan“dos años de incertidumbre y desesperación porque no es un duelo cerrado” y que eso les hace preguntarse, de forma continuada, qué pudo haber pasado y por qué no aparece y dónde puede estar. “Unas preguntas a las que nunca encuentras una respuesta. Es algo con lo que tenemos que aprender a vivir aunque no sea fácil porque siempre tienes una esperanza, aunque sea mínima”, asegura Raquel.
La mujer ha relalatado que hace dos meses vio en la televisión “un caso de una persona desaparecida cuyo cuerpo había sido encontrado tras mucho tiempo en un pozo y, como por la desesperación le das vueltas a todo y te agarras a lo que sea, me puse en contacto de nuevo con la Policía para preguntarles si en el caso de mi madre se habían investigado los pozos de la zona”.
Por sorprendente que parezca los agentes le dijeron a Raquel que no lo habían hecho así que tuvo que solicitar en el Concello un listado de todos los existentes para trasladárselo a los policías. “Sé que es complicado”, argumenta, “porque muchos son privados y requieren de permisos, pero cualquier cosa para nosotros es muy importante para tratar de esclarecer el caso”, indica Raquel.
La Asociación SOS Desaparecidos mantiene abierta la alerta en toda España por si alguien la reconoce en algún lugar o puede aportar alguna pista fiable de su paradero que permita reabrir la investigación. Para ponerse en contacto por este caso cuentan con dos números de teléfono (642650775 y 649952957) y también se puede hacer a través del correo electrónico info@sosdesaparecidos.es.
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