Un hombre se cuela en casa de una mujer mientras duerme y la viola

Los hechos tuvieron lugar en la madrugada del pasado 9 de octubre, en torno a las 05:00 horas, en un piso de Valencia en el que la víctima, de 52 años, vivía sola.

Según ha informado Levante EMV, del grupo Prensa Ibérica, un hombre de 31 años se coló por la ventana de la vivienda, ubicada en la primera planta, mientras la víctima estaba durmiendo. Una vez dentro del domicilio el individuo buscó el dormitorio principal, se colocó junto a la cama en la que yacía la víctima, se bajó los pantalones y, tras despertarla, le espetó que le hiciera una felación.

La víctima, aterrada, comenzó a gritar pidiendo ayuda mientras cogía su teléfono móvil de la mesilla de noche para llamar a la policía. El agresor sexual respondió de una manera extremadamente violenta, arrebatándole el teléfono de un manotazo y emprendiéndola a golpes y mordiscos con la mujer, que forcejeó por quitarse al desconocido de encima y poder huir.

El ahora acusado no solo le propinó puñetazos y trató de sujetarla para llevar a cabo la violación, sino que además le marcó los dientes en varios puntos del cuerpo y la quemó con un mechero, al tiempo que la agredía sexualmente introduciéndole los dedos en la vagina y tocarla por todo el cuerpo.

Finalmente la mujer pudo huir y aproximarse a la puerta de la calle, pero a la altura del salón el depredador sexual la alcanzó y la tiró al suelo, donde trató de agredirla de nuevo. Fue gracias a que los vecinos escucharon los gritos desesperados de la víctima que pudieron llamar a la Policía para que se personara en la vivienda.

En cuanto el agresor intuyó que los agentes podían llegar de un momento a otro saltó por el mismo balcón por el que se había colado momentos antes y escapó, llevándose además consigo el teléfono móvil de la víctima. El hombre fue visto por otra mujer que, de casualidad, pasaba junto al portal en ese momento y escuchó los gritos de la víctima, por lo que pudo ayudar a su identificación.

Una patrulla de la Policía Local pudo detenerlo unos metros más adelante cuando aun portaba el teléfono de la víctima.

Por fortuna, una patrulla de la Policía Local, advertida de lo que ocurría, atrapó al fugitivo apenas unos metros más allá, cuando aún llevaba el teléfono de su víctima encima.

La mujer tuvo que recibir asistencia médica en un centro hospitalario de València, donde le apreciaron no solo señales propias de la agresión sexual sufrida, sino marcas de los golpes, de los mordiscos y de las quemaduras infligidas con un mechero.

El detenido, que ya tenía antecedentes por otros tipos de delito, fue enviado el lunes a prisión por la jueza de Instrucción número 13 de València, en funciones de guardia, después de que así lo solicitara el fiscal de guardia, quien le acusa de un delito de agresión sexual con penetración penado con hasta 12 años de cárcel, además de otro de allanamiento de morada por colarse sin permiso en la casa, otro de lesiones por los golpes, quemaduras y mordiscos y otro más de hurto por robarle el teléfono para que no pudiese llamar a la Policía.

Ahora la Policía investiga si el hombre, que en principio no conocía a la víctima, actuó de forma impulsiva o la había estado vigilando y había planeado la acción.