Borrar datos del teléfono los días siguientes a la desaparición de Esther López, o recorrer más de 1.300 kilómetros 48 después de que se perdiera el rastro de la joven son algunos de los indicios, que apuntan cada día con más fuerza al principal sospechoso de la muerte de Esther. 

Y así lo recoge el documento judicial  de cuando el pasado 12 de enero fue vista la joven por última vez: "Óscar ha borrado las llamadas y algún chat entre los días 21 de diciembre del 2022 y el 18 de enero del 2022, hecho que hace levantar todavía más las sospechas hacia él. Podría saber qué ha pasado y donde está Esther". Por ello, en menos de una semana se sabía que la desaparición de Esther López de la Rosa era de alto riesgo. Todo indica que saber qué ocurrió ese día pasa por conocer los datos que borró Óscar de su teléfono móvil los días posteriores a la desaparición.

Responsable de la muerte

Los restos de sangre que se encontraron en el maletero del coche del principal sospechoso, o el lavado a conciencia que hizo de este son otros indicios que hace pensar a la Guardia Civil que Óscar es el responsable de la muerte de la joven.

Sin embargo, lo dejaron en libertad sin cargos, después de pasar a disposición judicial, a pesar de que la acusación pedía su entrada en la prisión de manera provisional. Pero la jueza instructora prefiere esperar a conocer los resultados de las pruebas de ADN de la inspección de casa de Óscar, antes de tomar medidas cautelares.

Desaparición

Esther López, de 35 años, desapareció en extrañas circunstancias el 12 de enero en Traspinedo (Valladolid). Su cadáver fue encontrado en una cuneta de una carretera cerca de donde desapareció tres semanas después del mencionado día. Fue la autopsia la que determinó que había sufrido una muerte violenta, aunque no se sabe aún si fue accidental o un homicidio. Es más, a día de hoy no hay ninguna persona imputada por los hechos.

Todas las investigaciones señalan a Óscar como principal sospechoso, al ser la última persona que la vio con vida y cambiar su testimonio hasta en tres ocasiones. Así y todo, no hay indicios suficientes que lo imputen y detengan como presunto autor de los hechos.