Causa criminal

Juicio por el asesinato machista de Cristina: así fueron los hechos

Imagen del autor confeso del asesinato de Cristina Cabo

Imagen del autor confeso del asesinato de Cristina Cabo / Eliseo Trigo (EFE)

Esta mañana ha dado comienzo en Valencia el juicio por el asesinato machista de Cristina, una joven abogada que en diciembre de 2021 fue salvajemente apuñalada y asfixiada.

El autor del crimen fue su pareja, un hombre con el que había iniciado una relación sentimental tres meses antes y que le dijo a la Policía que sentía que él no era suficiente para ella. La Fiscalía pide para el agresor la pena máxima por asesinato: 25 años de prisión.

Los hechos

Cristina tenía 30 años. Vivía en Valencia, donde trabajaba con abogada y tenía una relación sentimental con Alberto, un hombre de 35 años que también era abogado y con el que llevaba tan solo tres meses.

El 4 de diciembre de 2021 Cristina apareció muerta en su vivienda, en una zona céntrica de la ciudad, de forma violenta. Le habían asestado hasta 30 puñaladas y luego la habían asfixiado para asegurar así de que acababan con su vida.

El autor del crimen fue su pareja, quien tras cometer el crimen fue detenido y trasladado a un hospital, ya que había saltado al patio interior del edificio y había sufrido varias heridas. Cuando los agentes llegaron él confesó lo que había hecho y contó que sentía inferior respecto a su pareja: “no soy suficiente para ella”.

Tras la realización de la autopsia al cuerpo de la joven asesinada se pudo observar que también había recibido varios golpes en la cabeza y en la cara, posiblemente con una piedra de grandes dimensiones, justo antes de que la apuñalaran.

Había sido su hermana quien había dado la voz de alarma después de pasar varios días sin poder contactar con Cristina. Ella vivía en Madrid y desde allí denunció su desaparición. Al realizar la geolocalización del móvil de la desaparecida pudieron comprobar que éste emitía señal desde el ático de la joven, en Valencia.

Quien la encontró fue la madre de ambas, que acudió junto a su hermana y el hermano del presunto asesino, después de acudir al piso de la víctima y encontrarla ya sin vida. A pesar de ello cuando los agentes se personaron en el domicilio de la chica solicitaron asistencia sanitaria urgente al Centro de Información y Coordinación de Emergencias (CICU) que no pudieron hacer otra cosa mas que certificar su muerte.

Según la reconstrucción del asesinato, algo que tendrá que confirmar durante el juicio el acusado, el hombre entró en la casa de Cristina sin su consentimiento, posiblemente por una ventana. Tenía consigo una piedra de grandes dimensiones con la que golpeó a la joven, después la apuñaló con varios cuchillos y unas tijeras (hasta 30 veces) y finalmente la asfixió con el cinturón de una bata.

Luego, tratando de huir, saltó por el patio interior del edificio y cayó a una altura de unos cinco metros sobre un tejado de uralitade un pequeño almacén, propiedad de un restaurante italiano que había en los bajos del edificio. Allí lo encontró, semi inconsciente y a las 09:00 horas, el cocinero del establecimiento cuando se disponía a abrir el local.

El abogado excusó su presencia diciendo que se había colado para robar por lo que el empleado llamó a la policía. Debido a las heridas que presentaba, el acusado fue derivado al hospital Doctor Peset para ser tratado por los sanitarios, pero en ningún momento hizo mención a que en el séptimo piso del edificio se encontraba el cadáver de la que el abogado llegó a definir como «la mujer de su vida».

De hecho, durante su ingreso en el centro sanitario llegó a decir que en realidad no intentaba robar sino que su caída se debió a un intento de suicidio.

Fue más tarde, el día 4 de diciembre, cuando hallaron el cuerpo de Cristina, cuando los agentes relacionaron los dos sucesos y Alberto, que aun estaba en el hospital, fue detenido.

Desde entonces Alberto ha permanecido ingresado en la cárcel de Picassent de manera provisional hasta la celebración del juicio, que ha dado comienzo hoy, día 22 de mayo.

Ahora, el Ministerio Fiscal solicita para el acusado la máxima pena por asesinato, 25 años de cárcel. Sin embargo, la defensa pide para él 10 años de condena puesto que pide la aplicación de  dos atenuantes: el de obcecación y el de confesión.

El teléfono 016 atiende a todas las víctimas de violencia machista las 24 horas del día y en 52 idiomas diferentes, al igual que el correo 016-online@igualdad.gob.es. También se presta atención mediante WhatsApp a través del número 600000016 y los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10.

Ninguno de los teléfonos deja rastro en las facturas aunque sí es necesario que se borre el registro de la llamada desde el móvil o el correo. Atienden a todas aquellas personas que crean que pueden estar sufriendo este tipo de violencia o que necesiten asesoramiento porque no están muy seguras de ello.

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