El juicio contra el exconcejal de Ponferrada acusado de tirar a su mujer, Raquel, de un balcón el 27 de mayo de 2020 dio comienzo ayer, 11 de diciembre, en la Audiencia de León. Éste tendrá un total de seis sesiones y se extenderá hasta el próximo 21 de diciembre. En él Pedro Muñoz está acusado de haber cometido un delito de tentativa de homicidio a su mujer, a la que presuntamente lanzó desde el balcón de la vivienda que ambos compartían y a la que provocó lesiones de por vida. La víctima se quedó tetraplégica tras el  ataque.

Según el acusado, él es inocente de todo lo que se le acusa y la caída de su mujer fue un accidente: “Me lo pueden preguntar de mil maneras diferentes. Yo no le hice daño. Estaba buscando a mi mujer. De repente la encontré junto al pozo, estirada. Me agaché, estaba todo a oscuras y le puse la mano en la cabeza. Olía a sangre y uno de los perros la estaba lamiendo”.  

Muñoz explicó al juez que su mujer le pidió ayuda y que entonces la intentó coger por la cadera para meterla de nuevo en la casa y llamar a emergencias. 

El acusado dice que él es la víctima

Según él nunca le puso la mano encima. Al principio de su declaración afirmó que tenían discusiones puntuales e insignificantes. Sin embargo como prueba de su actitud violenta la acusación presentó una grabación en la que se le escucha amenazar a su pareja con matarla: ¡Te mato! ¿Es lo que quieres, que te mate? ¡Sigue gritando, grita más, abusona!

Tras escuchar la grabación en la sala el exconcejal asegura que el único herido durante esa secuencia es él y asegura que en ese momento su mujer lo estaba mordiendo. “Los ataques de ira de ella estaban relacionados con un consumo excesivo de alcohol. Bebía mucho y tomaba pastillas y ansiolíticos para dormir”, contó al juez. Pedro Muñoz explicó que todos los problemas provenían de la ira y el consumo de estupefacientes por parte de su mujer.

Durante la segunda sesión del juicio ha tenido lugar el turno de palabra de conocidos de la víctima y todos ellos han corroborado, en su intervención, el maltrato al que estaba sometida la mujer.

La declaración de Raquel 

La víctima, que solo pide que se haga justicia, hizo un relato estremecedor de los hechos ocurridos en 2020 y asegura que su expareja es una persona narcisista que intenta poner el foco y la responsabilidad de su maltrato en ella. “Es un encantador de serpientes y me pilló en un momento vulnerable”, llegó a decir ante el juez.  

En su declaración, a la que ha tenido acceso el programa Vamos a Ver, Raquel explicó al magistrado que el 27 de mayo de 2020 su marido la cogió del cuello con su mano derecha y la golpeó con el puño izquierdo. “Me levantó, yo le clavé las uñas. Él me lanzó y yo caí cerca de un pozo”, relató la víctima. Entonces él salió al exterior y le increpó: “¿No te has dado cuenta de que la única manera que tienes de librarte de mí es muriendo?”. Después Raquel contó que Pedro cogió un palo y que la golpeó en la cabeza y, posteriormente, en el resto del cuerpo. Este relato coincidiría con el análisis forense que se le hizo a la víctima más tarde.

Raquel no solo sufrió este episodio de malos tratos. Cuando se reunía con sus amigas Pedro la llamaba a los 10 minutos para controlarla. También le llegó a prohibir ver a su familia o ir al gimnasio.

La pena que solicita Fiscalía

El Ministerio Fiscal reclama una pena de 18 años y 9 meses de prisión para el exconcejal de Coalición por el Bierzo (CB), al que acusa de cinco delitos, aunque en el de intento de homicidio aplica la atenuante de "arrepentimiento" ya que el acusado llamó al 112 cuando se produjo el suceso y colocó a la víctima en posición de seguridad, debido a que es enfermero de profesión.

En cualquier caso,ese posible arrepentimiento no reduce la pena de prisión solicitada, puesto que se trata de lesiones agravadas, y en total el forense localizó en el cuerpo de la víctima 17 contusiones tras el suceso y que son distintas a la de la caída. Algunas de ellas eran previas a este episodio de mayo de 2020. 

La Fiscalía sostiene, además, que la mujer fue víctima de "malos tratos continuados" por lo que reconoce también violencia psíquica, y acusa a Muñoz además de un delito de injurias y de amenazas por los insultos a los que era sometida la víctima.

En total, a los doce años de prisión que se suman por el delito de intento de homicidio que se le imputa a Muñoz, se añaden tres más por la violencia habitual a la que la Fiscalía considera que estaba sometida la víctima desde el principio de la relación, y agrega otras penas por la violencia psíquica y amenazas.

Además, el ministerio público pide el alejamiento a la víctima durante veinticuatro años, sin mantener comunicación con ella por cualquier medio, y solicita una indemnización para la afectada de 1.120.000 euros por responsabilidad civil, una cantidad a la que suma el pago de 74.000 euros para los servicios de atención sanitaria del Sacyl y 48.000 euros para el sistema sanitario de Castilla-La Mancha por las atenciones que recibió en el Hospital de Parapléjicos en Toledo.