El pasado 14 de agosto de 2022 unos turistas encontraron el cuerpo de una mujer sin vida flotando entre los barcos amarrados del paseo marítimo de Palma.

Cuando la Guardia Civil lo rescató pudo comprobar que la chica llevaba varias horas muertas y que no había ningún indicio de criminalidad en su cuerpo. Por eso lo primero que determinaron era que se trataba de un suicidio.

Sin embargo algo le pareció raro a los investigadores y decidieron seguir indagando sobre su identidad y lo último que había estado haciendo antes de acabar en el agua. Comprobaron que la joven era una ciudadana colombiana de 30 años que la noche de los hechos había estado en varios locales de Palma, bebiendo y bailando hasta que unas cámaras de seguridad la grabaron junto a un individuo en la zona del puerto.

Las imágenes que los agentes encontraron fueron remitidas a especialistas de la Guardia Civil de Madrid, que las procesaron para hacerlas más nítidas. Así se consiguió averiguar que la víctima y el hombre llegaron juntos al pantalán con una botella y estuvieron allí poco más de una hora.

En un momento dado, él empuja a la chica y esta cae al mar, de acuerdo con el informe del instituto armado. Las fuentes consultadas sostienen que la joven estaba en ese momento de pie y, por tanto, viva.

La secuencia continúa con el sospechoso realizando una serie de llamadas por teléfono, tras lo que tres personas acuden al lugar. Todos inspeccionan el sitio en el que ha caído la chica y acaban marchándose de allí por separado y de forma escalonada. Se llevaron el bolso de la joven, que no ha sido localizado. 

Localización y detención

La mejora en la calidad de las imágenes permitió, sin embargo, localizar al principal sospechoso, otro ciudadano colombiano, Miguel S. M., que ahora tiene 31 años.

Éste fue detenido el pasado martes, 9 de mayo, en Palma, por un delito de homicidio. Tras pasar varios días en dependencias policiales y negar que él hubiera empujado a la chica al mar, la magistrada de guardia ha acordado su ingreso en prisión comunicada y sin fianza para eludir el riesgo de fuga y de destrucción de pruebas o de coacción a posibles testigos.  

El acusado insiste en que pasó la noche con la mujer fallecida y que la llevó al paseo marítimo. Allí, según ha explicado, estuvieron bebiendo en la zona del pantalán y en un momento dado él quiso marcharse para ir de fiesta a los locales de la zona.

Ella decidió quedarse allí y el sospechoso afirma que la dejó viva e ilesa, aunque bastante afectada por el consumo de alcohol. Respecto a los hombres que llegaron después o por qué se llevó el bolso de la chica el sospechoso ha asegurado que no recuerda nada de eso.

El grupo de Homicidios de la Guardia Civil no ha cerrado la investigación. Los agentes siguen realizando gestiones para identificar a las tres personas que acudieron al pantalán tras la caída de la mujer al mar para tomarles declaración y determinar su papel en el caso