El futuro 'cementerio radiactivo'
El Almacén Temporal Centralizado guardará 7.000 toneladas de combustible y 1.900 metros cúbicos de residuos radiactivos de alta capacidad, en cápsulas de acero, que según los expertos, gana en seguridad
Cementerio nuclear. Así le llaman, aunque su nombre correcto es Almacén Temporal Centralizado (ATC) para residuos radiactivos de alta actividad. Muchos se preguntarán ¿qué es? Es una instalación industrial donde sólo se guardarán los residuos radiactivos de alta capacidad que se producen en España. Gestionar estos residuos mediante una instalación como ésta es la solución que han adoptado la mayoría de los países desarrollados, según la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa). Se trata de una instalación "pasiva", que no produce energía, ni se dan en ellas reacciones nucleares.
El Futuro ATC guardará 7.000 toneladas de combustible de las centrales nucleares españolas y unos 1.900 metros cúbicos de residuos procedentes del desmantelamiento, una gestión que se hará en cápsulas de acero y que, según los expertos, gana en seguridad. Esta instalación nuclear, que según Enresa "no es contaminante", pues "no produce gases, ni humos, ni procesos químicos", tendrá aproximadamente 283 metros de largo, 78 metros de ancho y 26 de alto, y constará en cinco áreas o edificios. Toda la gestión de los residuos está automatizada y en los tubos de almacenamiento las cápsulas podrán permanecer 60 años.
Para Enresa, España debe afrontar la gestión de sus residuos radiactivos de alta actividad al igual que en su día lo hizo con los de baja y media (procedentes de hospitales, centros de investigación o de las propias centrales nucleares), que se almacenan en El Cabril, en la localidad cordobesa de Hornachuelos. Las piscinas de las centrales nucleares "están casi saturadas". De hecho, los residuos de alta actividad de la desmantelada central de Vandellós I deben comenzar a retornar a España antes del 31 de diciembre de este año.
Una de las razones que defiende Enresa para la construcción del ATC, que ocupará 13 hectáreas, es la seguridad. Según está empresa creada en 1984, la centralización en un único lugar "es más seguro que la dispersión en varias ubicaciones, ya que se optimiza la aplicación de las tecnologías y sistemas de seguridad pasivos y activos". "El riesgo de la dispersión se ha calculado infinitamente mayor al de los transportes de este material, ya que los contenedores son diseñados y certificados bajo normas internacionales de calidad y no han sufrido incidente alguno en la experiencia internacional", mantiene Enresa. Además, según la empresa, la solución es "significativamente menos costosa" que la construcción de un almacén para cada central.
¿A dónde van los residuos radiactivos que se generan en España? La mayor parte son de muy baja, baja y media actividad, y proceden de los hospitales, los centros de investigación, la industria o de las propias nucleares. Aunque estos desechos (ropa de trabajo, instrumental médico, material industrial o restos de desmantelamiento de centrales nucleares) pierden parte de su radiactividad con los años, son contaminantes durante un siglo, por lo que necesitan un tratamiento y acondicionamiento especiales y una instalación adecuada para realizar estos procesos. En España todos esos materiales se guardan en El Cabril.
Para el resto, de los residuos de alta actividad (aquellos cuya actividad perdura durante cientos de años), el Gobierno construirá el ATC, que albergará los residuos procedentes de las centrales nucleares, fundamentalmente el combustible gastado en esas instalaciones.
Mientras, esos residuos de alta actividad están acumulados en las "piscinas" de las propias centrales, y temporalmente en Francia, aunque a partir del próximo año España deberá abonar al país vecino unos 60.000 euros diarios por el almacenaje de los mismos.
Por su parte, el Gobierno insiste que el emplazamiento del ATC -que al cierre de esta edición había 12 municipios candidatos- se decidirá con "el máximo consenso" y será un lugar "seguro" y "respetuoso" con los criterios ambientales. Sin embargo, los ecologistas están radicalmente en contra de esta instalación porque la búsqueda de ese emplazamiento "no sigue un proceso científico, geológico o medioambiental". A final de junio se prevé que este decidido el lugar donde estará el ATC, que tardará unos cinco años en construirse.
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