Protegernos del covid cuando salimos por las puertas de casa es algo que todos tenemos ya más que asimilado. La obligatoriedad del uso de mascarilla en interiores, la separación de seguridad y el resto de medidas que requeridas en los espacios de restauración y ocio hace que el riesgo por contagio se disminuya.

El problema, en muchas ocasiones, viene cuando entramos en nuestro domicilio. La sensación de seguridad y el no tener que utilizar la mascarilla en este espacio hace que si uno de los miembros de la familia introduce el virus sea mucho más sencillo que el resto de los miembros se contagien.

Todos estos riesgos aumentan en épocas como la Navidad. Las reuniones familiares y con amigos hacen que el la probabilidad de contraer el covid sea mayor. Ser precavidos es la mejor manera de luchar contra el virus, así que seguir algunos consejos de higiene y sanidad pueden prevenir algún disgusto de última hora.

Pasos a seguir en casa para prevenir los contagios de covid

Cuantos menos invitados mejor

Es normal que en estas fechas queramos reunirnos con nuestros seres queridos, sin embargo es mejor que reduzcamos el número de personas no convivientes al máximo posible. Es aconsejable limitar el número de personas a los familiares más cercanos y dejar los encuentros de muchas personas para otro momento.

Se recomienda, además, una separación de entre 1.5 y 2 metros entre las personas no convivientes, así como evitar volúmenes de voz altos o compartir dispositivos móviles y otros objetos.

Usa mascarilla en la medida de lo posible

Es cierto que al llegar a casa lo primero que solemos hacer es despojarnos de la mascarilla. Esto esta bien si consideramos que a diario las personas que se encuentran en el hogar son los propios convivientes. Hay que tener en cuenta que, en cenas como la de Nochebuena o Fin de año, nos reuniremos con personas que normalmente no conviven con nosotros, además de ser un número más elevado del habitual.

La recomendación sanitaria sería intentar llevar puesta la mascarilla el mayor tiempo posible, siendo lo ideal quitársela solamente durante el momento de ingesta de alimentos y bebidas. 

Ventilar el domicilio

Desde antes de la pandemia, la acción de ventilar nuestros hogares era algo recomendable. Ahora, esta acción se ha vuelto algo imprescindible. Al ventilar los espacios interiores, el aire se lleva el dióxido de carbono junto con cualquier otra sustancia nociva y se recarga de oxígeno. Al ventilar nuestras casas, se diluyen los aerosoles potencialmente infecciosos y se reduce el riesgo de contagio.

La cena no debe durar una eternidad

Pasar juntos unas horas puede ser beneficioso para todos pero extender demasiado el tiempo de reunión aumenta los contactos entre personas, lo que implica un aumento de la posibilidad de contagio. Tratar de no hacer largas comidas y sobremesas es la mejor opción ante la situación que atravesamos.

Mantén tu copa controlada

A todos nos ha pasado que nos hemos confundido de vaso en algún momento. En una situación normal es un error que no debe tener consecuencias graves. Sin embargo, el hecho de estar inmersos en una pandemia hace que debamos extremar la atención con este tipo de cosas. 

Un truco para no equivocarse de copa durante la cena puede ser señalizarlas de alguna manera utilizando algún distintivo o usando diseños diferentes.

Cuidado con los gestos de cariño

El alcohol y la emoción del momento hacen que a veces nos excedamos con la exaltación del cariño. En este momento es crucial que se eviten besos, abrazos y otros gestos del estilo tanto en el saludo como durante y después de la cena. 

Además, se debe poner atención en el reparto de regalos y utilizar geles antes y después de entregarlos y recibirlos. También se deben colocar de forma separada y ser asignados a una misma persona para que los distribuya.

Una persona para servir la comida

Colaborar siempre es bien recibido en eventos de estas características, la cuestión es que cuanto menos personas entren en contacto con los utensilios y platos de la comida mejor será de cara a posibles contagios.

Se aconseja que sea una misma persona la que reparta los platos del menú a los invitados para evitar cualquier contacto innecesario tanto con los comensales como con los alimentos. También puede encargarse la pareja anfitriona en lugar de uno de los dos.