Las mejoras en diálisis aumentan la esperanza de vida del paciente renal
Los logros asistenciales han conseguido mejorar la calidad de vida de los cerca de 9.000 andaluces con insuficiencia renal crónica · Los trasplantes de vivo y cruzados centran ahora sus expectativas
Las mejoras en la asistencia sanitaria, especialmente gracias al desarrollo de los servicios de diálisis han conseguido alargar la vida de los enfermos renales crónicos. "La buena calidad de los sistemas de diálisis ha mejorado nuestra esperanza de vida", afirma José Manuel Crespo Cuadra, presidente de la Federación Andaluza Alcer, que aglutina a las asociaciones de pacientes y familiares en la lucha contra las enfermedades renales. Hoy jueves celebran el Día Mundial del Riñón con el objetivo de concienciar e informar a la sociedad para la prevención de la insuficiencia renal crónica. En España, según datos actualizados de la Sociedad Española de Nefrología, más de 45.000 personas padecen insuficiencia renal crónica y podría haber unos 2.200.000 personas no saben que tienen la enfermedad. Según Alcer, 9.000 andaluces la padecen.
Los riñones filtran cada día 200 litros de sangre, regulan la presión arterial, controlan la anemia y favorecen la calcificación de los huesos por su activación de la vitamina D, funciones que se alteran cuando hay una enfermedad renal. Cuando el riñón falla es necesario sustituir ese proceso realizando una diálisis. Antes los centros de diálisis estaban limitados a los grandes núcleos poblacionales, esto suponía un esfuerzo importante en desplazamientos. El Servicio Andaluz de Salud ha conseguido capilarizar mejor estos servicios, bien por la aparición de centros nuevos o por el establecimiento de conciertos con empresas privadas.
Fruto de ese desarrollo, existe una generación de enfermos renales más mayores con determinadas necesidades o dependencias para poder tener calidad de vida. "Lo más importante suele ser el apoyo psicológico debido a las duras condiciones de la enfermedad, la necesidad de tener que dializarse varias veces por semana", comenta Crespo. Esto ha llevado a los colectivos de pacientes a ofrecer ese apoyo, con el "orgullo" de haber podido desarrollar todos los proyectos planteados, consiguiendo contar con una red de más de 70 profesionales en toda Andalucía. Ese ha sido uno de sus retos, hoy superado.
El otro objetivo que se plantean es más complejo. La mitad de los pacientes con enfermedad renal crónica están a la espera de un trasplante. La mayoría de ellos aspiran a poder recibir un órgano de un donante cadáver. Pero, como en tantos otros casos, el importante descenso en los accidentes de tráfico ha supuesto una bajada en la media habitual de trasplantes de órganos.
Esto ha incidido en un cambio en el perfil del donante de riñón. Antes era más habitual contar con órganos de personas entre los 25 y los 40; ahora la media apunta de los 40 a los 60 años. Por eso, aunque los enfermos de riñón de todo el mundo, celebran hoy su día mundial, estos colectivos de pacientes brindan con gratitud el día mundial del trasplante. Todo esto a reconducido sus deseos. Los pacientes aspiran a ser testigos de un desarrollo en los próximos años de los trasplantes de vivo y en los trasplantes cruzados. Los primeros, gracias a las mejoras en los procedimientos quirúrgicos, especialmente el abordaje laparoscópico, son cada vez más frecuentes.
El segundo tipo de trasplante también parece vivir su mejor momento. Seis hospitales españoles han comenzado a desarrollar este año, el primer programa de donación cruzada impulsado por la Organización Nacional de Trasplantes. Esta opción se plantea en casos en los que una persona dispuesta a ceder un riñón a un ser querido, resulta ser incompatible. Esta misma circunstancia se da también en otra pareja. En los casos en los que el donante de la primera pareja sí es compatible con el receptor de la segunda se plantea la opción del trasplante cruzado.
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