Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro. Con el paso de los años nos vamos planteando objetivos o retos a largo plazo. Cosas que hay que hacer alguna vez en la vida para sentir que se ha tenido una vida plena. También nos marcamos retos emocionales a corto plazo como hacer puenting, aprender a hacer surf, o bailar sevillanas para la próxima Feria; y después existen propósitos de enmienda que siempre salen en tus oraciones pero raramente se cumplen. Ir al gimnasio en septiembre, dejar de beber cerveza o tener la cosa ordenada de una forma tan modélica que ni los tan temidos cambios de armario cuando el calor nos abandona.

Para esto último hace unos años llegó a nuestras vidas Marie Kondo y sus métodos orientales del orden. Muchos han seguido sus consejos, algunos con éxito. Lo que la mayoría desconocía es que sus técnicas beben en otros métodos japoneses más antiguos que te explican cómo mantener a raya la limpieza en casa, paso a paso.

Tan sencillo como ejecutar una limpieza a fondo de todas las estancias de tu casa, en familia y en un orden determinado; tan complejo como ponerlo en práctica. Sin prisa pero sin pausa. Con paciencia

Es el caso del método Oosouji, tan sencillo como ejecutar una limpieza a fondo de todas las estancias de tu casa, en familia y en un orden determinado. Tan completo como ponerlo en práctica. Sin prisa pero sin pausa. Con paciencia.

Método Oosouji, fuerza mental y confianza

El primer paso para llevar a cabo el método Oosouji es tener la voluntad de llevarlo a cabo y haberse preparado tanto física como psicológicamente para afrontarlo. El cuerpo necesita estar descansado y la mente concentrada para actuar con agilidad. El esfuerzo y la exigencia va a ser máxima y sacar la ropa para después dejarla encima de la cama no vale.

La unión hace la fuerza

Ante esta exigencia nada mejor que realizar las labores en grupo y concienciar a todos los miembros de la casa, menores y adultos, que el plan de limpieza general costará pero al final redundará en unos beneficios comunes. Se trata de involucrar a toda la familia y pasar tiempo juntos, repartiendo tareas y compartiendo labores que terminarán uniendo aún más el núcleo que tengáis establecido. Eso sí, siempre proponiendo y no imponiendo; ayudando y no mandando. Será un método de aprendizaje fabuloso para los más pequeños, con técnicas de higiene y orden que después aplicarán allá donde vayan.

Cómo se limpia en el método Oosouji

La seis ideas más originales para ordenar el armario y tener bajo control tu ropa y complementos sin gastar un euro.

El principal objetivo de método Oosouji es conseguir hacer esa limpieza a fondo que siempre te planteas hacer y el 99% de las ocasiones se queda en un intento o deseo mental. Hay que afrontar las limpieza de todos los rincones de la casa. Sacar todo lo que tengamos, clasificar entre aquello que necesitamos, aquello que está inservible y aquello que no usamos y podemos donar a alguien que lo necesite más que nosotros. Incluso guardarlo en bolsas de colores y tamaños diferentes para hacerlo más dinámico y ameno.

Hay que limpiar el armario de arriba a abajo y en el sentido de las agujas del reloj

El método Oosouji determina que para que todo quede impecable hay que limpiar el armario de arriba a abajo y en el sentido de las agujas del reloj. De esta manera se evita ensuciar algo que ya hemos limpiado y conseguimos no dejarnos nada en el camino. Se comienza con los techos (fuera telarañas) y bajamos por las paredes hasta llegar al suelo. Para barrer lo haremos desde el fondo de la casa hacia la entrada. Así conseguiremos no añadir una posible suciedad que llevemos con nosotros en el movimiento. 

Un método adaptado a los tiempos

Hay superficies del hogar que requieren una limpieza diaria.

Bien es cierto que cuando los ancestros japoneses pusieron en marcha este plan, los hogares eran en su mayoría más pequeños que las viviendas actuales, por lo que actualmente el método se puede adaptar a los tiempos y ejecutarlo en distintas jornadas de una semana, por ejemplo, hasta terminar consiguiendo el resultado deseado: Una casa limpia y acogedora, en la que sabes perfectamente dónde está cada cosa, sin espacios en los que buscar lo que necesitas entre una infinidad de cosas que no te sirven para nada. Una ayuda para liberarte del estrés y despejar la mente, como una especie de meditación que nos ayuda a desconectar.