Vía Augusta
Alberto Grimaldi
La conversión de Pedro
La Audiencia Provincial de Madrid ha dictado sentencia condenatoria de 33 años de prisión contra un hombre acusado de violar repetidamente a las tres nietas menores de su pareja. El condenado, identificado como Antonio A.V., cometió las agresiones sexuales entre 2020 y 2022 aprovechando los momentos en que las menores quedaban bajo su cuidado en la localidad madrileña de Serranillos del Valle.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso la agencia, el tribunal ha impuesto once años de cárcel por cada delito continuado de abuso sexual, que conforme a la legislación actual se tipifica como agresión sexual. Además, se ha condenado a un segundo acusado, Fernando O.G., a 8 meses de prisión por un delito de exhibicionismo, tras probarse que mostró sus genitales a una de las menores, aunque ha sido absuelto del delito de abuso sexual que se le imputaba.
El fallo judicial incluye para el principal condenado medidas adicionales como libertad vigilada durante cinco años y prohibición de acercamiento a las víctimas durante doce años. También se le ha impuesto inhabilitación para realizar actividades o trabajos con menores durante 16 años y la obligación de indemnizar a las víctimas con un total de 40.000 euros. Sin embargo, el tribunal ha absuelto a Antonio A.V. de los delitos de coacciones, amenazas y exhibicionismo, no considerando probado que suministrara sustancias tóxicas o drogas a las menores.
Durante el juicio, el Ministerio Fiscal solicitó penas más severas que las finalmente impuestas, concretamente 45 años de prisión para Antonio A.V. por tres delitos continuados de agresión sexual y 7 años para Fernando O.G. por un delito de abuso sexual sobre menor y exhibicionismo. Por su parte, la acusación particular ejercida en nombre de la familia de las víctimas por el letrado Alberto Martín elevó su petición inicial hasta superar los 100 años para el principal acusado —al que denominó "el Pellicot español"— y más de 20 años para el segundo procesado, al considerar probados hasta cinco delitos con diversas agravantes, incluyendo alevosía, abuso de superioridad, abuso de confianza y parentesco.
La resolución judicial pone fin a un proceso que ha mantenido en vilo a la comunidad de Serranillos del Valle desde que salieron a la luz los hechos. Las agresiones sexuales se perpetraron tanto en el domicilio familiar como en un parque de la localidad, según recoge la sentencia. El condenado utilizaba su posición de superioridad para amedrentar a las menores e impedir que revelaran los abusos sufridos.
Para Fernando O.G., además de los 8 meses de prisión, el tribunal ha dictado una pena de dos años de libertad vigilada, prohibición de trabajar con menores durante cuatro años y de acercarse durante más de dos años a la mayor de las tres víctimas, a quien deberá indemnizar con 1.000 euros.
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