Un policía nacional murió en la mañana de ayer arrollado por un tren de cercanías tras ser arrojado a las vías por un hombre al que identificaba en la madrileña estación de Embajadores, cerca de la de Atocha, informaron fuentes policiales.

Según las primeras informaciones, el agente y otro compañero estaban identificando a un individuo en el andén cuando, en el momento en el que pasaba un tren, el hombre se agarró a uno de los policías y se lanzó a las vías, lo que costó la vida al funcionario público. El agente fallecido es Francisco Javier Ortega, tenía 28 años y pertenecía a la Brigada Móvil de la Dirección General de la Policía, la que se encarga de la vigilancia y control en los trenes de media y larga distancia.

Los hechos ocurrieron pasado el mediodía, varias horas después del suceso de Atocha, por lo que en principio no guarda ninguna relación con ese caso.

Dos policías se encontraban trabajando en la estación de tren de Embajadores cuando procedieron a la identificación de Ali Raba Yode, de unos 30 años, debido a que éste insultó y gritó antes a los agentes. Yode es natural de Costa de Marfil y cuenta con numerosos antecedentes y varias identidades.

Los agentes identificaban al hombre cuando se agarró a uno de ellos y, con él, se arrojó a las vías del tren en el momento en el que pasaba un convoy.

El policía falleció en el acto arrollado por el tren, mientras que el hombre que era identificado sufrió heridas muy graves.

En concreto, según fuentes de Emergencias Madrid, el hombre padece un traumatismo craneoencefálico severo y otros politraumatismos a consecuencia del impacto contra el tren y fue trasladado al Hospital Doce de Octubre.