Quiénes son los agustinos, la orden religiosa que encabezó el papa León XIV

Esta orden religiosa practica la caridad fraterna y se caracteriza por un espíritu misionero y evangelizador

Las raíces españolas del papa León XIV, un "yanqui latino" con ascendencia migrante y mestiza

León XIV saluda a los fieles congregados en la Plaza de San Pedro. / Juan Carlos Muñoz

León XIV fue proclamado este jueves como el primer papa norteamericano y peruano, pero también como el primero que pertenece a la Orden de San Agustín (OSA). De hecho, cuando el nuevo pontífice ejercía como prior de los agustinos entre 2001 y 2013, visitó España en varias ocasiones y, más concretamente, el Colegio de San Agustín de Sevilla en el barrio de Santa Clara.

Además, en sus primeras palabras a los fieles desde el balcón de la Basílica de San Pedro proclamaba: "Soy hijo de san Agustín, agustiniano, que dijo: 'Con vosotros soy cristiano y para vosotros obispo'. En este sentido, todos podemos caminar juntos hacia la patria que Dios nos ha preparado". Pero ¿quiénes son los agustianos y por qué se caracteriza esta orden religiosa?

La Regla de San Agustín, presente en su discurso

La Orden de San Agustín es una orden mendicante, lo que quiere decir que viven de la caridad y no poseen bienes ni rentas estables, si bien a diferencia de los franciscanos, no practican voto de pobreza. La fecha oficial de su fundación se remonta al año 1244, en virtud de una bula del papa Inocencio IV, con la que quiso agrupar a los ermitaños que se habían instalado en el siglo XII en Italia para vivir según la Regla de San Agustín. En 1256, Alejandro IV extendió la Orden a otras comunidades de eremitas.

Los agustinos se inspiran en los preceptos de San Agustín de Hipona, un obispo nacido en el siglo IV, recogió en sus Confesiones las normas de vida que dio a las comunidades del norte de África que lo siguieron. El principal aspecto de esta orden religiosa es la vida en común, pues a diferencia de otros monjes, no viven apegados a un solo lugar y tienen disponibilidad para ir allá donde quieran, de ahí su espíritu evangelizador y misionero.

El segundo pilar de la Regla de San Agustín es la búsqueda interior de Dios. "¡Dios nos quiere, Dios os ama a todos, y el mal no prevalecerá! ¡Estamos todos en las manos de Dios! Por lo tanto, sin miedo, unidos de la mano con Dios y entre nosotros, sigamos adelante", exhortaba a los fieles en León XIV en su primer discurso como papa.

En tercer lugar, los agustinos también practican el amor a Dios y al prójimo a través de la caridad fraterna. "A todos vosotros, hermanos y hermanas de Roma, de Italia, de todo el mundo, queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que busca siempre estar cerca especialmente de quienes sufren", agregaba el pontífice.

Los agustinos y su vocación misionera

La Orden de San Agustín se extendió rápidamente por Italia, Francia o Alemania y más tarde, en el contexto de la colonización europea, sus miembros participaron en las misiones en África, Asia e Hispanoamérica. En Estados Unidos, la presencia agustiniana data de 1794, cuando el obispo John Carroll solicitó refuerzos a la Iglesia irlandesa para atender a la comunidad católica. En la actualidad están presentes en más de 40 países.

León XIV ingresó al noviciado de la Orden de San Agustín (OSA) en 1977 e hizo sus votos solemnes en 1981. Licenciado en Matemáticas y mádter en Divinidad, completó su formación con una licenciatura y doctorado magna cum laude en Derecho Canónico por la Pontifica Universidad de Santo Tomás de Aquino en Roma, con su tesis sobre El papel del prior local de la Orden de San Agustín.

En 1982 fue enviado como misionero a Chiclayo, donde trabajó como párroco y más tarde fue nombrado obispo. En 1987 fue elegido director de vocaciones y director de las misiones de la provincia agustiniana de 'Mother of Good Counsel' de Illinois y en 1988 fue enviado a la misión de Trujillo como director del proyecto de formación conjunta de aspirantes agustinos en los Vicariatos de Chulucanas, Iquitos y Apurímac.

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