El Hospital Clínic de Barcelona ha realizado su segundo trasplante de útero. Se ha convertido así en ser el primer hospital español en llevar a cabo este tipo de intervención.

En este caso, la intervención ha sido posible gracias a la donación de una madre a su hija (uno de los requisitos para llevar a cabo este tipo de trasplantes es que donante y receptora estén emparentadas por lazos familiares de primer o segundo grado). Tal y como anunciaba el hospital este martes "la intervención duró 18 horas e introdujo alguna modificación respecto al primer procedimiento". 

Toda paciente que quiera ser intervenida debe cumplir el requisito de padecer el síndrome de Rokitansky. Este se debe a un defecto durante el desarrollo de los conductos de Müller que forman el útero, las trompas de Falopio y la vagina en la embriogénesis. Las mujeres que lo sufren pueden tener problemas para mantener relaciones sexuales, además del trauma que supone para algunas no poder tener hijos. 

En el primer trasplante realizado en 2020 la receptora disponía de cuatro embriones y tuvo la primera menstruación al mes y medio de la operación. Tenía como fin el conseguir que la paciente quedase embarazada, aunque, por el momento no ha sido posible.  En esta segunda intervención, los expertos van a aumentar la cantidad de embriones usados. Dos meses después, la paciente ya ha tenido su primera menstruación y se espera que a finales de año se le pueda implantar el primer embrión.

En el caso de quedar embarazada, y una vez haya completado su deseo de ser madre, se le retirará el útero por laparoscopia después del segundo parto (siempre y cuando este sea su deseo).

A día de hoy, se han realizado aproximadamente 100 trasplantes de este tipo en todo el mundo, y su viabilidad está alrededor del 80%. El Doctor Antonio Alcaraz, que ha formado parte del equipo de 50 profesionales que han intervenido en la operación, ha confesado que se trata "probablemente del trasplante más complejo que se emprende".