Un hacha de la tribu meria del siglo X: el excepcional hallazgo de un equipo de arqueólogos rusos
El hallazgo, realizado en Rostov Veliki durante excavaciones entre julio y septiembre de 2024, representa una pieza única de la cultura de este pueblo finoúgrio del siglo X
Hallan cerámicas griegas del siglo V a.C. en la necrópolis tartésica de Medellín
Un equipo de arqueólogos rusos ha realizado un descubrimiento excepcional en Rostov Veliki, una de las ciudades con mayor historia de Rusia. Se trata de un hacha de hierro perteneciente a la tribu meria, un antiguo pueblo finoúgrio que fue asimilado por los eslavos en el siglo X de nuestra era. El hallazgo ha sido calificado como la sensación de la temporada arqueológica por el Museo del Kremlin de Rostov Veliki, institución que anunció oficialmente el descubrimiento este marzo de 2025 a través de su cuenta en la red social VKontakte.
El hacha, que data del siglo X, es una pieza única que aporta nuevos datos sobre la historia temprana de las tierras de Rostov. Según explicaron desde el museo, "la sensación de esta temporada arqueológica es un hacha meria del siglo X encontrada cerca de Rostov Veliki. Las excavaciones arqueológicas abrieron una nueva página de la historia temprana de las tierras de Rostov. Fue hallada un hacha de hierro única, típica de los antiguos merios".
Esta tribu meria habitó lo que actualmente corresponde a las regiones de Yaroslavl, Kostromá, Ivánovo y Vladímir, en el centro occidental de Rusia durante la Alta Edad Media. El descubrimiento es particularmente relevante por ser el primero de su tipo hallado fuera de la ciudadela de Sarsk, donde previamente se habían encontrado tres ejemplares similares durante excavaciones realizadas en la década de 1920.
Detalles del hallazgo arqueológico
Las excavaciones que condujeron a este descubrimiento se llevaron a cabo entre julio y septiembre de 2024 en la localidad de Shulets, situada en las proximidades de Rostov Veliki. Según informó el Museo del Kremlin, "los arqueólogos investigaban una localidad antigua de los siglos X-XIII y el cementerio aledaño. Durante los trabajos fueron hallados decenas de objetos de hierro y bronce. Especialmente destacó un hallazgo único, un hacha de hierro del siglo X completa".
El hacha presenta unas características muy concretas: mide 12 x 6,6 centímetros, tiene una hoja estrecha y alargada, y pesa 550 gramos. Estos rasgos son típicos de las herramientas elaboradas por los pueblos finoúgrios durante la Alta Edad Media. Según los expertos, este tipo de hachas tenían una doble funcionalidad, pudiendo utilizarse tanto como herramienta de trabajo en tareas cotidianas como arma de combate en caso de necesidad.
"Se trata de un hallazgo extremadamente raro para la región de Rostov. Tres hachas similares habían sido encontradas en las excavaciones de los años 1920 en la ciudadela de Sarsk (siglos VII-X). Esta hacha es la primera hallada fuera de esta ubicación y es un testimonio importante de la cultura material de la meria rural", explicaron desde el museo, subrayando la relevancia histórica de la pieza.
El pueblo meria y su legado histórico
Los merios constituían uno de los diversos grupos étnicos finoúgrios que habitaban el territorio de la actual Rusia antes de la expansión eslava. Estos pueblos, que compartían raíces lingüísticas y culturales con finlandeses y estonios actuales, fueron progresivamente asimilados por las tribus eslavas orientales que más tarde formarían el núcleo de la Rus de Kiev, precursora del estado ruso.
La tribu meria ocupó un territorio estratégico en lo que hoy corresponde a las provincias rusas de Yaroslavl, Kostromá, Ivánovo y Vladímir. Su asimilación por parte de los eslavos durante el siglo X coincidió con la expansión del cristianismo ortodoxo en la región y la consolidación de las primeras estructuras estatales rusas. Sin embargo, a pesar de su desaparición como entidad cultural diferenciada, los merios dejaron una huella significativa en la toponimia local y en algunos rasgos culturales que persisten hasta la actualidad.
Los hallazgos arqueológicos como el hacha recientemente descubierta son fundamentales para reconstruir la historia y forma de vida de estos pueblos de los que apenas existen registros escritos. Las características del hacha reflejan tanto las técnicas metalúrgicas como los usos prácticos que estos grupos daban a sus herramientas, adaptadas a un entorno boscoso y a una economía mixta basada en la caza, la pesca y una agricultura incipiente.
Futuro del hacha meria y su valor museístico
Tras su descubrimiento, el hacha meria se someterá a un minucioso proceso de estudio y restauración antes de pasar a formar parte de la colección permanente del Museo del Kremlin de Rostov Veliki. "La colección de estos hallazgos se sumará, tras ser estudiados, a los fondos del museo, donde serán restaurados y puestos en exhibición", informó la institución cultural.
Este tipo de piezas arqueológicas tienen un valor incalculable para los historiadores y arqueólogos, ya que proporcionan información directa sobre aspectos técnicos, económicos y culturales de sociedades de las que apenas existe documentación escrita. Para el Museo del Kremlin de Rostov Veliki, la incorporación de este hacha a sus fondos supone un enriquecimiento significativo de su colección dedicada a los pueblos prehistóricos y medievales de la región.
El hallazgo también destaca la importancia continuada de las excavaciones arqueológicas en la zona, que sigue revelando nuevos aspectos sobre el pasado de Rostov Veliki, una de las ciudades incluidas en el famoso Anillo de Oro ruso, circuito turístico que engloba las localidades históricas más relevantes del país.
¿Qué importancia tienen los hallazgos arqueológicos finoúgrios en la Rusia actual?
Los descubrimientos arqueológicos relacionados con pueblos finoúgrios, como los merios, tienen un significado que trasciende lo puramente histórico en la Rusia contemporánea. Estas piezas ayudan a comprender mejor la compleja composición étnica que dio origen al actual estado ruso, fruto de la fusión de elementos eslavos, finoúgrios, túrquicos y otros.
Para las regiones donde habitaron estos pueblos, como Yaroslavl o Vladímir, estos hallazgos también tienen un valor identitario significativo, ya que conectan a sus habitantes actuales con las poblaciones originarias del territorio. Además, desde una perspectiva museística y turística, estos descubrimientos enriquecen la oferta cultural de ciudades históricas como Rostov Veliki, atrayendo tanto a investigadores como a visitantes interesados en la historia antigua de Rusia.
¿Cómo era la vida de las tribus merias en el siglo X?
Las investigaciones arqueológicas sugieren que los merios del siglo X vivían en pequeños asentamientos dispersos, generalmente ubicados cerca de ríos y lagos. Su economía combinaba la agricultura de subsistencia con la caza, la pesca y la recolección, adaptándose perfectamente al entorno boscoso de la región central rusa.
En cuanto a su organización social, los estudios apuntan a una estructura tribal con cierta jerarquización, donde posiblemente existían jefes locales o consejos de ancianos que tomaban las decisiones importantes. Las creencias religiosas de los merios, como las de otros pueblos finoúgrios, estaban basadas en el culto a los elementos naturales y a diversos espíritus, con chamanes que actuaban como intermediarios entre el mundo material y el espiritual.
El proceso de asimilación por parte de los eslavos orientales no fue necesariamente violento en todos los casos, sino que probablemente implicó matrimonios mixtos, adopción de prácticas culturales eslavas y, con el tiempo, el abandono de la lengua meria en favor del antiguo eslavo oriental.
También te puede interesar
Lo último