El templo egipcio de Karnak reduce su antigüedad: los expertos reducen su edad y recrean su entorno
Un equipo internacional de científicos ha recreado con precisión el paisaje ribereño del complejo y ha descubierto que su ocupación más temprana data del Imperio Antiguo
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Un equipo internacional de científicos ha reducido la antigüedad del emblemático templo egipcio de Karnak y ha logrado recrear con precisión el paisaje ribereño que rodeaba este complejo monumental, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y que actualmente recibe millones de turistas cada año. Tras realizar el estudio geoarqueológico más completo hasta la fecha, los investigadores han situado la ocupación más temprana del templo durante el Imperio Antiguo (entre 2591 y 2152 a.C.), lo que contradice teorías anteriores que le atribuían mayor antigüedad.
El estudio, publicado este mes de abril de 2025 en la prestigiosa revista científica Antiquity, ha contado con la participación de expertos de la universidad británica de Southampton y de la Universidad de Uppsala (Suecia). Los científicos analizaron 61 núcleos de sedimentos extraídos tanto del interior como de los alrededores del templo, además de examinar miles de fragmentos de cerámica encontrados en el complejo de Karnak, ubicado a 500 metros al este del actual río Nilo, cerca de Luxor, en la que fuera la antigua capital religiosa egipcia de Tebas.
El análisis ha permitido a los especialistas determinar que, antes del año 2.520 antes de Cristo, la zona no resultaba apta para el asentamiento humano permanente debido a las frecuentes inundaciones provocadas por las rápidas corrientes del Nilo. Esta conclusión se ve reforzada por los fragmentos cerámicos más antiguos hallados en el yacimiento, que datan del periodo comprendido entre 2305 y 1980 a.C., proporcionando así nuevas evidencias sobre la verdadera edad del complejo, un tema que ha generado intensos debates en círculos arqueológicos durante décadas.
El origen geológico de Karnak y su conexión con la mitología egipcia
Uno de los descubrimientos más fascinantes de esta investigación revela que el terreno sobre el que se fundó el templo se formó cuando los cauces fluviales se desplazaron hacia el oeste y el este, creando una isla de terreno elevado en lo que actualmente es el sector este-sureste del recinto. Esta formación natural sentó las bases para la posterior ocupación humana y la construcción inicial del complejo de Karnak.
Los investigadores han documentado cómo, a lo largo de los siglos y milenios posteriores, los canales de los ríos a ambos lados del emplazamiento continuaron divergiendo, generando más espacio para la expansión y desarrollo del complejo templario. Este hallazgo representa un importante avance en la comprensión de la evolución arquitectónica y urbanística del sitio.
Quizás el aspecto más sorprendente de esta nueva interpretación del paisaje original de Karnak son sus notables paralelismos con uno de los mitos fundacionales de la creación en el antiguo Egipto. El equipo científico sugiere que la decisión de ubicar el templo en ese lugar específico podría haber estado directamente relacionada con las creencias religiosas de sus fundadores y primeros habitantes.
La importancia simbólica del emplazamiento de Karnak
Los textos del Imperio Antiguo egipcio describen cómo el "Dios creador" se manifestaba como un terreno elevado que emergía de las aguas primordiales, una imagen cosmogónica de gran relevancia en la mitología egipcia. La investigación ha confirmado que la isla donde se estableció Karnak constituye la única zona conocida de terreno elevado rodeado de agua en toda el área, lo que refuerza la hipótesis sobre la elección deliberada de este emplazamiento por su valor simbólico.
Basándose en estas evidencias, los arqueólogos han propuesto que las élites de Tebas seleccionaron la ubicación de Karnak para que sirviera como morada de una nueva manifestación del "Dios creador", específicamente Amón-Ra, considerado el dios supremo del Antiguo Egipto. El lugar encajaba perfectamente con la narrativa mitológica de la creación: tierras altas emergiendo de las aguas circundantes como origen de la formación del Universo.
¿Qué es el complejo templario de Karnak?
El complejo templario de Karnak representa uno de los conjuntos religiosos más importantes y extensos del Antiguo Egipto. Situado en la orilla oriental del Nilo, cerca de la moderna ciudad de Luxor, este monumental recinto sagrado fue construido y ampliado durante casi tres milenios, principalmente como centro de culto dedicado al dios Amón-Ra.
Con una extensión de más de 100 hectáreas, Karnak engloba una asombrosa colección de templos, capillas, obeliscos, estatuas y otros monumentos. La estructura más impresionante es el Gran Templo de Amón, flanqueado por la célebre sala hipóstila con sus 134 columnas monumentales, algunas de las cuales alcanzan los 21 metros de altura y están decoradas con jeroglíficos y relieves de extraordinaria calidad artística.
Desde 1979, el complejo forma parte del sitio Patrimonio de la Humanidad "Antigua Tebas con sus necrópolis" y constituye uno de los destinos turísticos más visitados de Egipto. Cada año, millones de personas recorren sus avenidas de esfinges, salas ceremoniales y santuarios, admirando el esplendor de una de las civilizaciones más fascinantes de la historia.
¿Qué otras revelaciones ha aportado el estudio geoarqueológico?
El análisis exhaustivo de los sedimentos y materiales arqueológicos no solo ha permitido establecer una cronología más precisa para la ocupación de Karnak, sino que también ha proporcionado valiosos datos sobre la interacción entre el paisaje ribereño y las comunidades humanas que habitaron el lugar durante casi 3.000 años.
Los investigadores han podido reconstruir las distintas fases de expansión del complejo templario en relación con los cambios geomorfológicos del terreno. Esta perspectiva integrada de arqueología y geología ha revelado cómo los antiguos egipcios adaptaron sus construcciones a las condiciones cambiantes del entorno fluvial, aprovechando los periodos de estabilidad del Nilo para acometer grandes obras de ampliación.
Adicionalmente, el estudio ha identificado evidencias de obras hidráulicas realizadas para proteger el complejo de las crecidas del río, así como canales artificiales que podrían haber tenido funciones tanto prácticas como rituales, reforzando la conexión simbólica entre el templo y las aguas que, según la mitología, participaron en la creación del mundo.
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