Acercándose ya a un jugoso bote de 600.000 euros, lo que eran 100 millones de pesetas antes de la llegada de la nueva moneda, Pasapalabra ha asentado una nueva pareja que está brindando duelos de intensidad y nivel. Es lógico que los espectadores sigan añorando a Orestes y al sevillano Rafa Castaño, que estuvieron más de medio año en pos del premio millonario que finalmente cayó del lado del periodista, colaborador en artículos de opinión en el Grupo Joly.

Ahora son Fer y Moisés los que se disputan cada tarde el premio del rosco: Fernando Castro y Moisés Laguardia, los nombres completos de estos participantes que dejan su sello y estilo personal en sus participaciones.

Para los espectadores ocasionales del programa de Antena 3 les habrá llamado la atención la apagada voz del participante gallego. Fer parece un tipo apocado, tímido, como si no quisiera mirar a cámara, pero es un concursante que está demostrando además de conocimientos, buen humor y toda la calma del mundo. Serían las cualidades más recomendables para tener una larga trayectoria en el concurso que presenta Roberto Leal. Estas tres premisas permiten tener el empaque necesario para estar a gusto en el plató y no ser víctima de los nervios.

Fer mantiene toda su filosofía cada tarde para ir arañando días y encontrar el momento para atacar al bote. El participante coruñés es doctorado en Estadística y Genética y es investigador de la  niversidad de Santiago de Compostela. Apasionado por la "biología molecular", como asegura en las redes, es también miembro del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago.

Su sueño en caso de conseguir el bote es proseguir así con más garantías en su faceta investigadora y contar con un colchón económico para su labor científica mientras espera así tener un dinero suficienta "para tener una casa ante de los 40 años".

Humor para seguir en la brecha nunca le va a faltar a Fer.