'MasterChef 10': los buenos, los malos y los que darán que hablar
Lista de participantes
El 'talent' de cocina arranca de nuevo en La 1 con mayoría absoluta madrileña, y ya tuvo su primer eliminado
Desgranamos aquí los favoritos, los que llamarán la atención y los que en principio por nivel están llamados a sufrir
Arranca MasterChef 10, una edición señalada por el jurado para que el formato de Shine Iberia se reclame con la importancia e influencia que ha tenido a lo largo de estos años. En la relación de participantes destaca la abultada presencia madrileña. Hay concursantes que llaman la atención desde el primer momento. Otros está por ver qué va a pasar con ellos.
Aquí está la ficha de cada uno de ellos, con las percepciones que han dado en su primera entrega de este lunes. La primera gala comenzó ante 1,6 millones de espectadores, 14,9% de cuota.
Los que darán que hablar
-Yannick. 28 años. Trabaja en una tienda de muebles sueca (que sabemos todos cuál es)
Nacido en Bélgica, pero murciano de corazón, se mudó a España junto a su familia en 2006. Es coordinador de ventas en una conocida multinacional sueca de muebles, aunque su verdadera pasión junto a la Cocina, es la música.
Yannick reconoce que canta a todas horas, que no imagina la vida sin música, y ejerce como solista en la orquesta del balneario de su localidad, con un repertorio de canción de toda la vida.
Se considera "friki total" de Harry Potter y su momento más esperado del año es Eurovisión. Es un fanático de este festival y reconoce que no puede tener a nadie cerca esa noche para que no le distraiga mientras lo disfruta. En la cocina es igual de apasionado que para el resto de sus hobbies y, aunque domina casi todo, su especialidad es la repostería.
-Claudia. 28 años. Gerona. Administrativa
Se presenta con sus operaciones estéticas, con su "culo infiltrado". Nació en Gerona pero vive en Pineda de Mar, Barcelona. Es administrativa y odia las medias tintas. Su relación con la cocina es directa, porque ha sido azafata de vuelo, ha viajado mucho y tiene el paladar muy educado. Ella siempre se entrega al 100% y se define como una auténtica foodie. Le encanta la cocina sana, no soporta la mantequilla y una de sus pasiones gastro son los “platos de cuchara”. Las motos son su segunda afición, gracias a su familia, aunque prefiere las motos de tres ruedas para ir más cómoda.
No participó en la prueba por equipos, baja justificada. De carácter explosivo, confiesa que sufre incontinencia verbal y que le gusta que le digan las cosas a la cara. Se presenta a MasterChef porque dice que tiene mucho que ofrecer y la gente auténtica tiene que estar en los fogones. Se lleva operando desde los 18 años porque asegura que es una enganchada a la cirugía estética. En el casting final le contó a los jueces que hasta los glúteos lleva infiltrados.
-Patricia. 32 años. Barcelona, administrativa
Ofelia 2.0. Se define como "vampiresa". Aspira a ser la nueva Tamara Falcó. Conoce bien a los asiáticos, en todo los aspectos, ejem, y desbarata mito. Es de Barcelona y sueña con vivir en Corea del Sur y poder montar un restaurante de comida española allí.
Quiere aprender todo de ellos y les denomina “auténticos dioses de la gastronomía”. Le flipa el kimchi y quiere entrar en MasterChef para evolucionar y conocer nuevas técnicas.
Trabaja de administrativa, pero quiere dedicarse al mundo de la cocina desde pequeña. Según confiesa, tiene una personalidad arrolladora y le encantó ver a Tamara Falcó en MasterChef Celebrity. Se ha visto todas las ediciones del talent y dice que a su madre le hace mucha ilusión que forme parte de esta décima temporada.
-David. 38 años, Madrileño residente en Asturias. Emprendedor
Ha tenido una vida difícil y es un auténtico emprendedor y lo ha demostrado en numerosos sectores, ya que hasta ha puesto en marcha un parque de aventuras. Tiene un hijo de seis años de una antigua relación, al que adora y considera el centro de su vida. Por él se ha mudado a Asturias para poder estar a su lado y darle el tiempo de calidad que se merece.
Tiene un gran espíritu de superación, ya que desde muy joven ha tenido contacto con las drogas y ha luchado por superar una importante adicción después de 20 años de consumo. Confiesa que ha conseguido rehabilitarse gracias a la constancia, el deporte y la meditación. Está "en deuda" con su familia, que es uno de los pilares de su vida. Quiere un cambio de vida y disfrutar de una segunda oportunidad enfocado en el terreno de la gastronomía y entra en MasterChef para alcanzar un nuevo futuro en el mundo de la cocina.
Llega al talent para que su padre, actualmente muy enfermo, se sienta orgulloso de él después de sus altibajos vitales.
La ex pareja que dará juego
Estas dos aspirantes convivieron antes de entrar en las cocinas. Cada una tiene su pareja actualmente, pero se han reencontrado.
-Teresa, 33 años. Madrid, rentista
Tuvo una infancia dura: sus padres y su hermano pequeño fallecieron en accidente cuando ella tenía once años y se quedó sola con su hermana. En los años siguientes, estuvo interna en Suiza hasta que aclararon sus asuntos legales. Desde entonces vive de las rentas de los negocios familiares. Se dedica a la administración de sus bienes. Sus padres le dejaron una posición económica aventajada y nunca ha tenido que trabajar. La pasión por la cocina se la inculcó su ex pareja (y también aspirante de esta edición) María Lo y llegó a apuntarse a un curso de cocina por amor. Actualmente, tiene novia de nuevo con la que planea casarse en otoño.
-María Lo, 32 años. De Chiclana y vive en Barcelona. Desempleada
La ex pareja de Teresa es padre chino y madre chiclanera, Nació en Chiclana y vive en Barcelona. Quiere darle un cambio radical a su vida y dedicarse al 100% a la cocina, su gran pasión. En MasterChef piensa demostrar, y demostrarse, que puede emocionar a la gente con sus platos.
María Lo se enteró en el propio casting que su ex novia, muy aficionada a la cocina, también estaba intentando entrar en el concurso, ahora que ambas tienen nuevas parejas. Entrar en MasterChef hizo que la gaditana, que hasta el momento no había confesado nunca a su padre que vivía con una mujer, abordara el tema con él. Y a pesar de que pertenece a otra cultura y es ya octogenario recibió la noticia con la mayor naturalidad, importándole solo la felicidad de su hija.
Los que pisan fuerte
-Julia. 32 años, Madrid, sumiller
En principio es la que se le observa con más preparación y vocación. Con ascendencia italiana es sumiller profesional. Además de elegir los mejores vinos, llega a MasterChef para ser capaz de elaborar las creaciones perfectas para maridarlos. Su plato favorito es el cuscús, porque le recuerda a su abuela, y le tiene bastante miedo a la casquería, ya que no come carne.
Es madre de dos hijos y, según confiesa, le sobra energía para dar y regalar. En primera instancia siempre suele llevarse mejor con los hombres que con las mujeres. Recuerda el "León come gamba" como el momento más mítico de MasterChef hasta la fecha.
-Jokin. 30 años. Gestor financiero. Un auténtico ejemplo de "ocho apellidos vascos".
Es de los que pisa fuerte. Vive en Zumaia, Guipúzcoa, y presume orgulloso de sus ocho apellidos vascos. Se define como un chico divertido, alegre y emocional. Es gestor financiero y tiene dos grandes hobbies: la pelota mano y las escapadas con su barco. No va a decepcionar.
-Verónica. 26. años. Salamanca, reside en Madrid y es publicista
Ha embelesado a primera vista. Tiene claro que quiera abrir un servicio a domicilio healthy. Le encanta cocinar un buen cordero al horno y comer alubias. Le apasiona el buen producto y su gran enemigo es la cocina internacional. Es fan de la tercera edición del programa y, como Carlos Maldonado, se ha superado, ha luchado y ha crecido a nivel profesional. Jokin dice ser muy competitivo y positivo. Llega a MasterChef con la intención de ganar y de aprovechar esta oportunidad única.
Periodista de formación y publicista de profesión. Esta salmantina vive en Madrid y sueña con hacer realidad el proyecto gastronómico que tiene en la cabeza. Es la segunda vez que se presenta a MasterChef y su mayor motivación es aprender y conocer a nuevos compañeros. La comida saludable es la base de su cocina, le encantan las verduras pero, eso sí, con mucho sabor.
Extrovertida y sociable, ojo, también reconoce que tiene mucho carácter. Tiene entre manos un proyecto personal para montar un establecimiento de delivery especializado en cocina healthy y está dispuesta a dejarlo todo por el mundo de la gastronomía.
-Adrián. 28 años. Bilbao, técnico instalador
Un vasco que canta flamenco. Vive del aire, del aire acondicionado, pero tiene que demostrar potencial. De Bilbao, vive en un barrio de alta conflictividad social y él reconoce que ha tenido épocas en los que también participaba de estas peleas. Siendo muy joven, su padre se mató en un accidente de moto, y esto contribuyó especialmente a desestabilizarle. Lo cierto es que, a resultas de todo aquello, tuvo problemas con la justicia y por eso para él la oportunidad que le brinda MasterChef es tan importante, como forma de dar un nuevo rumbo a su vida, especialmente necesario en su caso.
Su mayor referente en la vida es su madre, que es cocinera profesional, y quiere que se sienta muy orgullosa de él. Ella le ha enseñado todo lo que sabe y consiguió convertir la Cocina en una vía terapéutica para salir de sus problemas. Le encanta cantar flamenco, toca la guitarra e incluso ha hecho algunos pinitos dando conciertos en locales. Como cocinero, se ve montando un food truck.
Llamados, pese a todo, a pasar de largo
-Giraldo. 33 años. Cubano de nacimiento y vasco de adopción. Modelo y ex waterpolista
Es un símbolo por sí mismo, pero puede sufrir en la cocina mucho más que en la piscina.
Ha sido jugador de la selección nacional de Cuba de waterpolo, donde ha jugado más de 200 partidos con un brillante palmarés en los Juegos Centroamericanos. Tras varias medallas de oro, ahora es modelo profesional. Vive en Irún (Guipúzcoa) desde hace 2 años junto a su hija y a su novia española.
Para Giraldo España ha supuesto un nuevo mundo de oportunidades en todos los órdenes y está fascinado por la cultura española y por la cocina vasca. Su afición a los fogones es reciente y aprendió a cocinar en el confinamiento a través de videollamada con su madre en Cuba. Entra en MasterChef consciente de que parte de un nivel algo más bajo que el resto, pero dispuesto a demostrar que en cada cubano hay un ejemplo de perseverancia.
-Luismi. 35 años. Madrid y residente en Guadalajara. Bombero
El ligoncete. Por esfuerzo en la vida no se le puede pedir nada más. Nació en Madrid y, después de pasar su juventud en Alcalá de Henares, se trasladó a Guadalajara. Allí trabaja como bombero desde que aprobó la oposición tras 9 años, 3 meses y 7 días de estudio. En ese tiempo trabajó en cosas tan dispares como basurero, socorrista o azafato. Es el cocinero de su parque de bomberos y sus elaboraciones son recetas rápidas, “por si hay que salir corriendo”.
Le gusta la cocina de "zafarrancho" con elementos básicos, como las lentejas o las judías, y su plato favorito es el lomo con pimientos. Como contrapunto al estrés habitual de su trabajo, disfruta de su momento zen paseando a su perra por el campo. Antes que bombero, se define a sí mismo como aventurero y dice que MasterChef es una gran aventura que quiere vivir.
-Eva. 29 años. Valencia, pediatra
Esta valenciana afincada en Godella, localidad de la provincia valenciana, es pediatra, pero está dándole un giro radical a su vida. Después de su último contrato médico, se marchó de voluntariado a República Dominicana. Ahora quiere centrarse en la cocina porque es lo que le relaja y está dispuesta a dejarlo todo para dedicarse a la gastronomía. Su plato favorito es el arroz al horno y la victoria de Saúl Craviotto en MasterChef Celebrity le marcó.
Asegura que tiene una personalidad arrolladora y que la persona más importante de su vida es ella misma. Se presentó a MasterChef por el pique con su familia. Su padre y su hermana se habían presentado previamente al casting y ella también quería conseguir la preciada cuchara. Lo que no se imaginaba es que acabaría seleccionada como aspirantes de la décima edición.
-Paula. 23 años. Madrid, auxiliar administrativo
Una obsesa del horóscopo. Esta madrileña trabaja como auxiliar de enfermería. Tiene un gran sentido del humor y es impulsiva, sincera y directa. Se apuntó al casting dos días antes de que cerrara la convocatoria, gracias a sus amigos, y no se puede creer aún hasta donde ha llegado. Dar rodeos no es para ella y no hay secreto del horóscopo que se le escape, reconoce que tiene un Toc con ellos. Los animales son otra de sus pasiones. Su madre es cocinera y de ahí le viene su afición por la gastronomía.
Aunque reconoce que también ha aprendido mucho haciendo recetas que ve en videos en las redes sociales. Samantha es su jueza favorita. Su plato estrella es el pollo al curry y le encanta cocinarlo.
-Iván. 38 años. Madrid, comercial
Ha vivido en precario durante mucho tiempo. Perdió a los 18 a su madre y esto suponía quedarse completamente solo en la vida, porque su padre había desaparecido tiempo atrás.
Movido por la más imperiosa necesidad, se dedicó a vender libros a puerta fría, usando a veces la dureza de su situación para conmover a sus compradores. No resultó mal la estrategia porque consiguió convertirse en el vendedor número uno de una plantilla de mil de su empresa durante veinte años. Los beneficios de sus ventas los invirtió en negocios de hostelería con desiguales resultados y ahora quiere que MasterChef le dé la formación suficiente para dedicarse no solo a regentarlos, sino también a convertirse en chef.
Y el ya eliminado
-Berto. 24 años. Segovia, dependiente
Está literalmente obsesionado con MasterChef. En la edición pasada intentó concursar y el despiece de un pollo en la última prueba se interpuso entre él y el delantal. Desde entonces, ha vivido convencido de que la décima edición debía ser la suya, y que esta vez la oportunidad no podía escaparse. Pero ya se ha quedado fuera. Tendrá que prepararse para la repesca. Entró en el último minuto tras haberlo descartado el jurado. Regresaron para darle el delantal.
Ha intentado prepararse en una cocina profesional de un amigo y ha hecho lo que pensaba que estaba en su mano para alcanzar su sueño. Berto es tan divertido como intenso, habla como una locomotora y cree que MasterChef puede suponer el respaldo que necesita para tener un verdadero cambio.
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