Wyoming lamenta el 'todo vale' del periodismo actual

Los medios de comunicación, en general, y la televisión, en particular, no están atravesando por una de sus mejores etapas. Al menos así lo piensa Wyoming, el presentador de El intermedio, que asegura que en la actualidad se están viviendo situaciones que "nunca se habían visto, ni en la época de Franco" como la de publicar noticias falsas aún a sabiendas de que lo son.

Wyoming considera que de un tiempo a esta parte se están viviendo "momentos muy graves para los medios de comunicación" y recuerda noticias que han sido analizadas en su programa de La Sexta y que tilda de "sandeces", como la de que Zapatero tenía un plan para hacer obligatorio el aborto. "Son cosas que no tienen que ver con la ideología, son sandeces de un calibre que no sé bien cómo calificar", dice.

Al hacer un balance de sus cinco años en La Sexta, el presentador recuerda la polémica suscitada en torno a la agresión al periodista Herman Terstch, que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, asoció a un vídeo humorístico de El intermedio sobre el entonces presentador del informativo nocturno de Telemadrid. "Finalmente se supo que fue una pelea de borrachos en un bar", explica Wyoming, y lamenta que cuando se aclararon estas circunstancias "la noticia ya no le interesara a nadie". Durante un tiempo, matiza, estuvo considerado por muchos como "una especie de monstruo", e incluso recuerda que en una tertulia radiofónica dijeron que a él "le gustaría que cogieran a los periodistas y les pegasen un tiro en la nuca".

A pesar de que no está satisfecho con el momento que viven hoy los medios, se muestra partidario de que existan "incluso esas cadenas que dicen esas barbaridades". No obstante, subraya que echa de menos que las asociaciones de prensa hagan "algún llamamiento a la ética".

En cuanto a su paso por El intermedio, Wyoming se muestra satisfecho del trabajo realizado en estos cinco años. Es más, considera que a día de hoy, no tiene más aspiraciones que seguir trabajando en un programa que, asegura, le permite "ir a trabajar contento" y al que aplica una máxima aprendida de la experiencia. "En televisión es imposible jubilarse en un programa. Como te van a echar, sí o sí, es una decisión que no suele tomar uno mismo", dice con su humor característico. Está tan orgulloso del trabajo realizado que tiene la sensación de que "si lo dejan de hacer, ya no volvería nunca". Es más, lamentaría que acabase porque, según recalca, a día de hoy "no existe un programa parecido". "En El intermedio se intenta aportar una visión crítica de las cosas que nos sorprenden", aunque, matiza "hay asuntos difíciles de tratar", como las grandes catástrofes o el terrorismo. "Ojalá la tregua sea indefinida", dice entre risas cuando se le recuerdan las parodias que el programa hace con las imágenes de los encapuchados de ETA.

Como sucede con otros programas de La Sexta, el espacio de Wyoming sigue sin contar con autorización para emitir imágenes de Telecinco, Cuatro y Telemadrid, algo que, a su juicio, sucede "cuando una cadena tiene mala conciencia".

Por último y en relación a su larga trayectoria en televisión, el presentador de El intermedio afirma que está "muy orgulloso" de todo lo que ha dicho y hecho y matiza que está "a disposición de la gente".