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Cómo la locura de Marlon Brando terminó siendo un negocio rentable y sostenible

Marlon Brando en su delirante papel en 'Apocalypse Now'

Marlon Brando en su delirante papel en 'Apocalypse Now'

Con motivo del centenario de su nacimiento La 2 emite hoy a las 23.35 Marlon Brando, actor de alto voltaje en La noche temática. El contenedor de documentales ofrecerá dos entregas: Marlon Brando, un actor llamado deseo y Marlon Brando en su paraíso.

La noche temática se acerca así a uno de los actores más relevantes de la historia del cine. Brando fascina, hipnotiza, pisotea las reglas y se burla de los límites. Además, desarrolló una faceta desconocida como activista que derivó en un proyecto ecológico aún activo, tal como presenta el programa de La 2.

En Marlon Brando, un actor llamado deseo el documental descubre la personalidad excepcional del astro a través de archivos y fragmentos de sus apariciones más emblemáticas. Brando llegó en verano del 43 a Nueva York con unos pocos dólares en el bolsillo. Su sueño era convertirse en el mejor actor del mundo y se ganó al poco el título del Rey de los Actores. Pero detrás de la imagen de Hollywood había otra persona que conforma una novela oscura en un camino a la autodestrucción, como desarrolla este primer reportaje.

Y en Marlon Brando en su paraíso se habla cuando el actor se enamoró del atolón Tetiaroa, en la Polinesia al rodar Rebelión a bordo. En 1966 lo compró y lo convirtió en su pequeño paraíso. Dedicado a la causa medioambiental luchó por preservarlo, con ideas a veces bastante visionarias. Construyó un hotel, emprendió excavaciones arqueológicas y lo convirtió en centro de investigaciones científicas.

Su proyecto se enfrentaba a la amenaza constante de la quiebra. Los ingresos no cubrían los gastos del trabajo científico en la isla. Quizá Brando se adelantó demasiado a su tiempo. La construcción de un nuevo complejo empezó tras el fallecimiento de Marlon Brando. El resultado fue ‘The Brando’, resort de lujo que garantizaba exclusividad y privacidad. Los ingresos del hotel permiten a los científicos continuar con sus investigaciones y vivir en la isla. Además, supervisan el hotel para garantizar que cumple estándares medioambientales muy altos: sin combustibles fósiles, sin desperdicios y con el mínimo de emisiones de CO2.

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