Pete Nelson

"Lo principal en la construcción es no dañar la naturaleza"

  • El constructor, que lleva quince años construyendo originales casas en árboles desde 60.000 euros, vuelve a Discovery Max.

Todos los niños sueñan con tener una casa en un árbol, como en las películas, pero no todos consiguen cumplir este anhelo. Llega el momento de hacerlo realidad de la mano de Pete Nelson todos los domingos a las diez y media de la noche en Discovery Max. Pete es un constructor de todo tipo de hábitats en las copas de pinos, robles, hayas, álamos y castaños que cuenta con quince años de experiencia a sus espaldas. En los nuevos episodios, este diseñador de casas en los árboles y su equipo recorren todo Estados Unidos para cumplir los deseos de aquellos que quieren hacer realidad su sueño de vivir cerca del cielo. Una casa en las montañas para una familia de exploradores y una estación de observación de osos para dos hermanas son algunas de las construcciones con las que sorprenderá en las próximas entregas. Pete nos explica para este periódico cómo es esta nueva etapa de su peculiar docu-reality.

-¿Con qué nos va a sorprender en la segunda temporada del programa?

-En esta segunda temporada hay mucha más gente involucrada que en la primera, gente divertidísima con la que pasamos muy buenos ratos. Además las casas que construiré son muy diferentes entre sí, al igual que los lugares a los que viajamos. Esta vez vamos incluso a Japón a realizar una construcción.

-Otra de las novedades de las nuevas entregas de Mi casa en un árbol es que trabaja con su hijo Charlie, ¿qué tal la experiencia?

-Trabajar junto a mi hijo es sin duda una de las cosas más bonitas que he hecho a lo largo de toda mi carrera. Ver a mi hijo todos los días, viajar con el, enseñarle mi trabajo y ver cómo lo lleva a su terreno me hace sentir muy orgulloso. Además es una persona muy divertida y eso facilita mucho tanto mi trabajo como el del resto del equipo.

-Cumplir el sueño de las personas al construír casas en los árboles suena muy idílico pero también usted y su equipo corren riesgos en el proceso de construcción. No es todo tan fácil como parece...

-Como ocurre en todos los trabajos aunque te apasione siempre hay algún obstáculo con el que hay que luchar. Pero ver que entre todos conseguimos sacar adelante los proyectos es muy reconfortante. A veces hay clientes excéntricos, alturas de vértigos y equipos de construcción peligrosos. Pero hasta el momento hemos podido con todo, cuento con grandes profesionales a mi lado.

-¿En esta temporada hay alguna construcción que haya sido más especial que el resto?

-Sí, he terminado de construir una de las casas más especiales que he hecho en los últimos tiempos. Está en Nashville y la hicimos para una joven estrella de la música country. Una de las cosas más bonitas fue que se trataba de un chico de sólo 28 años. Es cierto que ya no es un niño pero su ilusión era diferente a la de gente más mayor. Cuando le enseñamos el resultado final tanto él como su mujer se emocionaron mucho. Me encanta diseñar y construir casas en los árboles, siempre soy feliz haciéndolo, pero cuando la personalidad de las personas te marca hace que el procesosea mucho más especial.

-¿Qué es lo más importante para usted en el proceso de construcción?

-Hay muchas cosas importantes pero lo primero de todo es conocer bien el árbol donde voy a construir la casa y estar seguro de que no lo voy a dañar. También hay que conocer bien el árbol para saber a qué velocidad crece y estar seguros de que va a soportar el peso de la construcción. Quiero dejar claro que lo que hacemos siempre lo realizamos pensando en el medio ambiente y nuestros proyectos tienen la sostenibilidad como eje. De hecho ha habido veces que al llegar a un sitio hemos visto que la naturaleza no nos permitía trabajar allí y hemos tenido que cambiar de planes. Después de conocer la zona y el material lo que intento es entender muy bien la idea que tiene en la cabeza la persona que va a habitar la casa e intento llevarla a cabo de la manera más semejante posible. Creo que normalmente lo conseguimos (risas).

-Si se tuviera que construir una casa en un árbol para usted mismo ¿cómo sería?

-Mi casa estaría en un lugar rodeado por la naturaleza. Tendría cerca un río o incluso la construría en una pequeña isla del océano Pacífico. Abrir la ventana y ver la naturaleza, árboles y agua sería lo más importante para mí. En cuanto al mobiliario sería fundamental tener una cama para dormir una siesta como hacéis los españoles (risas) y un pupitre donde poder escribir una novela o poesía. Bueno y no podría faltar un poquito de electricidad. Algo de luz para iluminarme y poder escuchar algo de música. Pero nunca para ver la televisión o consultar Internet y el correo electrónico porque para lo que yo querría una casa en un árbol es sólo para desconectar.

-¿Para cuándo una construcción en España?

-Llegará, seguro. Adoro España, viví un año en Barcelona y he visto con mis propios ojos que tiene rincones preciosos para hacer casas en árboles, yo estaría encantado de hacerlas. Mi familia y yo somos unos apasionados de vuestro país. Este mismo verano mi hijo ha hecho durante varios días el Camino de Santiago y ha quedado encandilado con la zona. Así que no descarto viajar algún día hasta España para realizar una de mis creaciones. Y si puede ser en Andalucía, estaría encantado.

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