Ahora que Jordi Hurtado acaba de cumplir 65 años y no se le pasa por la cabeza jubilarse, hay que compararle con otros incombustibles rostros de la televisión mundial que superan años sin intención de apartarse del foco.

En España el profesional más veterano en activo en Matías Prats, que debutó ante las cámaras de TVE en 1976 y sigue firme a sus 70 años contando con Mónica Carrillo las noticias del fin de semana en Antena 3. Otro rostro ‘de siempre’ de referencia, en La 1, es Ana Blanco, 61 años, y que desde 1991 no se ha movido de los informativos de La 1.

Ya sea en el Telediario de las tres, como sucede actualmente, como el de la noche. Lo de Saber y ganar, con 25 años sin faltar, es récord de programa de entretenimiento diario.

En España los espacios más veteranos son los propios Telediarios, desde 1956 (el de las tres es inamovible desde 1958, un rito casi sagrado) y como formato informativo, Informe Semanal, desde 1973. Metrópolis o Documentos TV enLa 2 se aproximan ya a los 40 años.

La mayor parte de estas cifras palidecen pese a todo ante el récord mundial de permanencia ante la pantalla. Katsura Bunshi tiene 78 años y desde 1964 en su canal de Osaka se mantiene en plena forma.

En edad está a 13 años de distancia de Jordi Hurtado y su debut fue mucho más precoz que el barcelonés. Bunshi lleva ya 51 años en un programa de entrevistas a parejas (un rol como el de Juan y Medio, 59 años, un chaval al lado del oriental), en el canal Kansai Telecasting, del grupo Fuji.

Desde 1971 no ha faltado a ninguna entrega de su espacio ni tampoco ha cambiado de cadena. Es un récord Guinness que va a ser complicado emular. El veterano presentador es discípulo de un ídolo japonés del espectáculo en los años de la posguerra, Kamigata Rakugo, y su vinculación sigue presente para los espectadores ya ancianos. El programa de Katsura Bunshi se llama Shinkon-san Irasshai (Bienvenidos, novios).

En este espacio las parejas de recién casados narran cómo les ha ido en la luna de miel o cómo fueron preparando su hogar para formar una familia. En su ámbito regional sigue siendo un éxito entrañable. A sus 78 años a Bunshi no se le ocurre jubilarse, así que Prats y Hurtado tienen en él a su referente incansable. Ni piensa en el relevo generacional ni en darse un descanso. Mentalidad de hierro japonesa.

Su rival en el tiempo es el chileno Mario Kreutzberger, don Francisco, que debutó en 1962. A sus 81 años es una institución en América Latina. Ha cambiado de canal y no ha tenido la constancia del nipón. Ahora está en la CNN.