Cuando llega el frío muchos se preguntan si por fin podrán ver caer los primeros copos de nieve y es que normalmente, se asocia el frío con la nieve pero no siempre nieva cuando hace mucho frío, es más debe hacer frío pero no tanto como el que la gente espera que haga para que empiece a nevar. 

Las nevadas se producen en la troposfera, es la que se encuentra a unos 10.000 metros de altitud aproximadamente. En esta capa de la atmósfera es en la que los seres humanos habitan y es la que contiene mayor cantidad de vapor de agua y además cuanto mayor sea la altitud del municipio menor será la temperatura. Para que se produzca este fenómeno meteorológico se necesita que el agua se condense y que haga frío. 

Se necesitan una temperaturas bajas para que la condensación del agua de paso a la cristalización del mismo para que se formen los copos de nieve. Por esta razón, en las ciudades es más complicado que se produzca este proceso y sólo se vea cuando se registran temperaturas de 0º o menos. Para que la nieve cuaje se necesitan temperaturas aún menores para que no se termine deshaciendo. 

El frío no garantiza que nieve

Que durante unos días haga mucho frío no garantizará que vaya a nevar durante esas jornadas y es que además del frío se necesita que haya la humedad justa para que se de este fenómeno meteorológico. La mayor parte de responsabilidad para que termine nevando la tiene la masa de aire que venga y su la humedad que vaya asociada a la misma. 

Las irrupciones de aire frío polar continental conducidas por vientos del intensos NE tienen poca cantidad de vapor de agua en suspensión ya pesar de que traigan consigo muchísimo frío no reúnen las condiciones climáticas para dejar que la nieve caiga. El principal requerimiento para que nieve es que el aire sea enfriado por debajo de la temperatura de saturación del hielo en la nube: por debajo de ese valor, la humedad sobrante se convertirá en hielo. 

Los grandes sistemas nubosos o borrascas activas con sistemas frontales bien definidos, desde el punto de vista térmico y de humedad, son los más proclives a generar grandes nevadas cuando las temperaturas en su seno son bajas o las precipitaciones que abandonan al sistema precipitante deben pasar por capas en niveles bajos con temperaturas frías. En este caso, la nevada se produce cuando el aire pre existente muy frío y seco recibe un aporte de humedad y precipitación (sólida o líquida) que le llega desde arriba y por un agente atmosférico diferente a él.

Las grandes nevadas se dan normalmente en un rango de temperaturas próximas al nivel de congelación, y eso incluye a las positivas como negativas.