De Sevilla para Italia... el toreo

El matador de toros Luis de Pauloba, el becerrista Francisco Lama y el director de la Escuela Taurina de Sevilla, Miguel Serrano, acaban de sellar una aventura singular por tierras italianas. En la ciudad de Pordenone, al norte de la señorial Venecia, llegaron con el esportón cargado de capotes, muletas e ilusión para enseñar toreo de salón a un grupo de veinte actores de la Escuela Larlechino, que tienen previsto crear una obra de teatro, con la figura del torero como protagonista. Con la suavidad con la que se desliza una góndola, Pauloba, uno de los mejores intérpretes de la verónica, fue desentrañando los movimientos de la capa y de la franela, contando con Lama como ayudante.

Luis de Pauloba quedó sorprendido gratamente de la capacidad de sus nuevos alumnos: "Lo que la mayoría tarda en aprender en un mes, ellos lo han asimilado en una semana. Se metieron de inmediato en el papel de torero. Los chavales de aquí saben de qué va. Pero ellos lo captaban todo rápido. Y es curioso, las alumnas, en conjunto, destacaban sobre los alumnos. Para mí es una satisfacción y ha sido muy positivo llevar la tauromaquia a Italia. A todos ellos les gustaba por igual el toreo de capote y muleta, aunque a la hora de manejar los trastos les resultaba más difícil el toreo de capa. Con la capa destacaron algunas alumnas, como Ana María. Y con la muleta, citaban dando el medio pecho y cogían el estaquillador del centro. Uno de los actores, un brasileño, que me confesó que era animalista, me dijo que, tras su experiencia en el toreo de salón, sentía algo especial y que vendrá a Sevilla para ver una corrida. Le hemos invitado a torear en un tentadero".

Miguel Serrano, que impartió una conferencia, en la que desarrolló la relación de la tauromaquia con las artes y la liturgia, quedó asombrado ante la respuesta: "La disertación tuvo lugar en un convento del siglo XV. Asistieron un centenar de personas. Entre lo más significativo de lo sucedido durante esta semana de toros en Italia hay que destacar el trato reverencial y de respeto de los alumnos hacia los toreros, a los que han tratado como maestros". En la experiencia de la Escuela en tierras italianas se clavó una pica en Flandes. Porque allí, aunque tan sólo era una aproximación al toreo, no faltaron los omnipresentes antitaurinos, que intentaron captar a quienes asistían al seminario. Según relata Serrano, "en uno de los actos apareció un grupo de antitaurinos con folletos. Fue el propio público el que se les devolvió sus papeles y les echó de la sala, sin que se produjera ningún altercado. Las clases fueron un éxito y en la última, abierta al público, asistieron 70 personas. Los actores pertenecen a varios países: suizos, brasileños, italianos, franceses y un español, de Cádiz". Según Serrano, "la experiencia para ellos ha sido sumamente positiva y tenía como finalidad un primer contacto con el toreo, ya que quieren aprender bien los movimientos de capote y muleta para una obra teatral que tendrá como protagonista la figura del torero. Dentro de un par de meses viajarán a Sevilla para profundizar en ello y les hemos invitado a que asistan en la Maestranza a una corrida de toros en la próxima Feria de Abril".