Apostillas a los carteles: el triunfo de los despachos
TEMPORADA 2025 EN SEVILLA
Las combinaciones presentadas por Ramón Valencia revelan el triunfo del tacticismo taurino en una temporada que también será la última bajo los actuales parámetros contractuales que vinculan a la empresa Pagés con la Real Maestranza
Ramón Valencia: "Lo de Emilio de Justo es como ir a la guerra sin armas"
Los carteles ya están en la calle

Si la confección de los carteles había comenzado con una decepción, iba a concluir con otra cerrando el círculo de incertidumbres que ha acompañado el alumbramiento de las combinaciones de toros y toreros de una temporada, la de 2025, que también será la última bajo los actuales parámetros contractuales que vinculan a la empresa Pagés y la Real Maestranza de Sevilla desde diciembre de 1932, hace casi un siglo.
¿Qué pasará después? Es un melón que no puede tardar en ser abierto, seguramente cuando doble el último miura de un ciclo taurino que se apunta a los tacticismos del mundo de hoy, extrapolados de la vida cotidiana a la plana mayor del toreo. Habíamos mencionado algunas decepciones: la primera fue comprobar que en los planes de la empresa no contaba el nombre de Juan Ortega para engrosar el cartel del Domingo de Resurrección, resuelto con la entrada de Alejandro Talavante, cogidito con alfileres a una discutible Puerta del Príncipe que también revela la actual realidad social de la propia plaza de toros. ¿Influyeron otras cuitas y otros pleitos empresariales en la contratación del sevillano?
Talavante, como Castella o Manzanares, engrosa una avejentada y funcionarial clase alta en el escalafón de los matadores de toros que cuenta con el pulmón artificial que le prestan las manos que mecen la cuna del toreo. Que la influencia de la casa Matilla y el influjo de Simón Casas laten en el argumento central de la feria es evidente. Es el triunfo de los despachos sobre el mérito, el interés o la novedad que preside la práctica totalidad de las ferias del calendario taurino, férreamente controladas por esos fontaneros del negocio que se regodean en el triunfo de las grisallas.
Esas componendas no cuentan para Morante de la Puebla, que sigue siendo novedad a pesar de su veteranía. El diestro cigarrero, el más antiguo de los que se anuncian en los carteles, sigue ejerciendo el papel de columna vertebral de un abono que espera como agua de mayo al genio cigarrero. En 2024 -tampoco en 2023- no pudo cumplir los contratos por distintos problemas de salud que se cruzan en su alma de artista. Ésa sigue siendo la incógnita más dura, también la más hermosa de un Feria que sería otra bien distinta sin su presencia. Morante sigue dando pasos tímidos en una lenta recuperación que ha tenido su adorado Portugal como centro de operaciones. Este mismo jueves hará el paseíllo vestido de corto en la plaza de Algeciras y el día 8, ya recamado de luces, encarará la temporada oficial en Olivenza, más de seis meses después de su inevitable retirada. ¿Qué pasará después? Largo me lo fiáis...
Pero hay más temas que abordar en torno a la cocción de estas combinaciones que en sus puntos fuertes refuerza el papel de Daniel Luque, apuesta por la proyección de Borja Jiménez o abre puertas a la esperanza , caso de la alternativa de Javier Zulueta. Los carteles también premian a toreros sevillanos -Lama, Calerito- que el pasado año lograron defender la posición y revaloriza el papel de algún torero en trance de relanzamiento como David Galván. ¿Sobran algunos nombres? Apuesten a que sí. ¿Faltan otros? Es más que evidente... Uno de esos ausentes, Emilio de Justo, acabaría enredándose en la última patata caliente que tuvo que cocinar Ramón Valencia.
La salida de La Quinta del elenco ganadero en el último minuto sorprendió por inédita pero también por las circunstancias en las que se produjo. La ubicación de la corrida de la familia Martínez-Conradi en el martes de preferia -una jornada áspera, a contrapelo y de escaso tirón taquillero- iba a espolear la drástica decisión, justificada por el supuesto incumplimiento de un acuerdo verbal con la empresa Pagés que atornillaba la corrida a la semana de farolillos, extremo que Ramón Valencia negó en la rueda de prensa de este martes. Para qué vamos a negarlo, las circunstancias habrían sido bien distintas con otro cartel, también en otra fecha.
Sea como sea se inicia la cuenta atrás para una nueva temporada que, a priori, no despierta demasiados entusiasmos en la calle. El año irá arrojando otros titulares lejanos al ruedo mientras se acerca ese 31 de diciembre que marcará el final de la actual relación contractual. Todo tiene cierto olor a mudanza, aunque se queden los actuales, sus más longevos inquilinos.
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