Luto por un torero de plata
Balcón de Sol

Mientras los católicos estamos de luto por la muerte del papa Francisco los aficionados nos levantamos ayer con la noticia de la muerte de Alfonso Ordóñez Araújo. Hijo del Niño de la Palma, es de Ronda y se llama Cayetano, que dijo Corrochano. Hermano de Antonio, formó parte de una de las dinastías mas importantes de la historia del toreo. Gran banderillero, actuó a las ordenes de los matadores más importantes de su época. Ya retirado fue asesor artístico de la plaza hasta el año pasado. Los aficionados de mi generación lo recordaremos siempre, oronda su figura, toreando largo con el capote, enseñando a embestir al toro para después, en el tercio de banderillas, dejándose ver, dándole todas las ventajes al toro, cuartear y andando, cuadrar en la cara, sacar las manos y poner un par de banderillas en todo lo alto. Siempre lo recordaremos.
Decepcionó la corrida de Fuente Ymbro. Magníficamente presentada, pareja, honda, alta y bien armada. Como diría un taurino, toda una tía. El juego, por el contrario, fue parejo en su decepción. Cumplieron sin más en el caballo, saliendo siempre sueltos. En la muleta a todos les faltó fondo, apagándose pronto, desarrollando, unos más y otros menos, genio y un peligro sordo.
Lama de Góngora ha estado varios años en América, donde se ha curtido. Con más nervio que en su primera época, a su corte de torero clásico añade ahora una técnica más depurada. Estuvo bien toda la tarde, especialmente en el cuarto, segundo de su lote, donde ya mostró su predisposición recibiendo al toro a portagayola para, ya de pie, torearlo con verónicas que remató con una media en el centro del ruedo bien ejecutada. Con la muleta, consciente de la poca raza del toro, tras unos doblones iniciales en el tercio lo sacó más allá de la segunda raya para, dándole distancia al toro, siempre bien colocado, sin perderle nunca la cara, el pecho y la muleta adelantada, dar los mejores muletazos de la tarde. Remató la faena cerrando al toro con unos ayudados por bajo matando de una certera estocada. Cortó una merecida oreja que esperamos le sirva para relanzar su carrera.
Calerito, tras cortar dos orejas la pasada feria, solo toreó tres corridas la pasada temporada. Así de mal está el toreo. Se anuncia de nuevo en Sevilla y, de nuevo, nos sorprende la verdad y autenticidad de su toreo. Estuvo toda la tarde dispuesto y entregado, siempre dando las ventajas al toro, citándolo de largo, para, hasta que el toro se paraba, interpretar un toreo de profundidad y manos bajas por momentos templado. En el segundo de la tarde sufrió dos cogidas muy espectaculares de las que, con gallardía, se recuperó para volverse a poner delante del toro y matarlo de un pinchazo y una estocada en todo lo alto que con toda seguridad le impidió cortar una pedida oreja.
Samuel Navalón está recién alternativado y se le nota. Quizás tenía todavía poco bagaje para venir a Sevilla a una corrida así. Valiente y predispuesto, nunca supo encontrarle el sitio, ahogando muchas veces la embestida. Qué importante es saber dar la distancia a los toros. Sus faenas fueron tan largas como intrascendentes. En el tercero, tras escuchar un aviso, dio una vuelta al ruedo por su cuenta muy protestada. Hay que darle tiempo.
Al cuarto le puso un gran par de Banderillas Fernando Sánchez. Cuarteando mucho, dejándose ver, alegrando al toro, cuadro magníficamente en la cara para clavarlo en todo lo alto. Seguro que lo disfrutaría Alfonso Ordoñez, ya en el balcón de la gloria. Descanse en Paz.
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