Mariscal Ruiz sufrió una durísima voltereta en Madrid

Fue el susto de la jornada nocturna de este jueves, aventado por los vídeos de las redes sociales a la vez que se desarrollaba el segundo festejo clasificatorio del ciclo de promoción en Sevilla. 538 kilómetros más lejos, en la plaza de Las Ventas, la tremenda voltereta sufrida por Mariscal Ruiz cuando trasteaba al quinto ejemplar de Los Chospes, encendió todas las alarmas. Ale había caído de mala manera al ruedo, sufriendo un fortísimo golpe en la cabeza que, más que incosnciente, lo dejó completamente inerte en el ruedo venteño siendo trasladado a la enfermería en medio de una gran consternación.

Su compañero Nino Julián se hizo cargo de la muerte del astado. El cartel, que formaba parte del certamen novilleril Cénate Las Ventas, lo completaba Juan Alberto Torrijos. Mientras era atendido en la enfermería, Mariscal pudo recuperar la consciencia.

Según señala el parte firmado por el doctor Máximo García Padrós, el novillero de Mairena del Aljarafe había sufrido un traumatismo craneoencefálico que demandaba una observación más detenida. Además, Mariscal tenía una contusión extremo distal de la clavícula derecha. El pronóstico era reservado y fue trasladado a la clínica Fraternidad Muprespa-Habana de Madrid donde sigue recuperándose.

No es el único percance que ha sufrido Ale Mariscal este año en Las Ventas. A primeros de abril ya había sufrido un puntazo y un grave corte del tendón flexor y el nervio cubital que complicó el inicio de su temporada.

Su padrem el banderillero retirado Luis Mariscal, padre del novillero, ha explicado en la web especializada Aplausos la evolución del herido. "Está mucho mejor, han pasado toda la noche haciéndole pruebas para descartar lesiones. Está cansado, dolorido, lógicamente, porque la cogida fue muy fuerte" ha afirmado. "Le hicieron un TAC en el que se han descartado lesiones en la cabeza; ahora, sin embargo, lo que más nos preocupa es una posible fisura en el hombro derecho que hasta el lunes no sabremos si se confirma o no", apunta.

Mariscal Ruiz entró inconsciente a la enfermería, no recuperando la consciencia hasta prácticamente la muerte del último toro de la noche: "Hasta veinte minutos más tarde de la cogida no empezó a reaccionar y a acordarse de su nombre, de dónde estaba y qué había pasado; no me avisan hasta que termina el ultimo toro", señala su padre.