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Formación Universitaria cumple 20 años en la época dorada de la enseñanza a distancia

  • Ignacio Campoy, director general de la institución académica de origen sevillano, destaca el auge del sector en tiempos de pandemia y la profunda transformación digital vivida, lo que ha supuesto un cambio de paradigma en la formación no presencial

Ignacio Campoy, director general de Formación Universitaria.

Ignacio Campoy, director general de Formación Universitaria. / M. G.

La institución académica Formación Universitaria, una de las pioneras en formación a distancia en España, con sede en Sevilla (donde nació en 2001), Madrid y Barcelona, cumple 20 años con más de 100.000 alumnos formados en estas dos décadas y una plantilla que supera los 100 profesionales entre tutores y pedagogos. Pero ha sido en este último año, con motivo de la pandemia provocada por el covid, cuando ha vivido un importante repunte en cuanto a número de alumnos y abanico de cursos y programas formativos, ampliado la oferta con la incorporación de la enseñanza de postgrados universitarios y de oposiciones.

El director general de Formación Universitaria, Ignacio Campoy, aclara que "es posible que el covid haya propiciado que la enseñanza no presencial se haya disparado. Aunque no pienso que sea sólo debido al covid, sino porque la enseñanza no presencial cada día está consiguiendo más adeptos. Creo que el auge se debe principalmente a que muchas personas están viendo en este modelo formativo la metodología idónea –flexiblidad, adaptación, personalización...– para aprender una nueva profesión, reinventarse profesionalmente o acceder a los conocimientos que le permitan incluso generar autoempleo". 

Así, a la principal ventaja de la formación no presencial de poder "cursar prácticamente todas las titulaciones educativas así como todas las especialidades formativas profesionales, desde cursos adaptados, los certificados de profesionalidad, hasta másteres propios de las universidades", se suma un cambio en el perfil del alumno, ahora más heterogéneo: "Desde aquellos que han optado por la formación en ciertos oficios o especialidades profesionales, hasta alumnos que lo han hecho para autoemplearse, reinventarse profesionalmente, aprender algo nuevo, etc.", explica  Campoy.

Las enseñanzas sanitarias y las salidas profesionales

Formación Universitaria imparte más de 600 programas formativos o especialidades. Estos programas se desarrollan en Postgrados y Títulos acreditados por Universidades españolas públicas y privadas, Formación Profesional (pruebas directas), Certificados de Profesionalidad (vías no formales de formación), Enseñanza Técnico Profesional, accesos a la Universidad para mayores de 25 años, accesos a Grado Medio y Grado Superior y Pruebas Libres ESO, entre otros.

"Entre las áreas con más demanda desde que comenzó la pandemia destacan, sin duda, las enseñanzas sanitarias y sociosanitarias, así como la formación continuada en dicho sector. También ha experimentado un auge la formación profesional de grado medio y superior (pruebas directas), los cursos adaptados a los certificados de profesionalidad", detalla Ignacio Campoy.

Para la institución académica, la colaboración con otras instituciones y organismos es prioritario para ofrecer un modelo de calidad y competitivo a su alumnado. Es el caso de los acuerdos firmados con universidades públicas y privadas, entre ellas, la Universidad Rey Juan Carlos y la Universidad Nebrija, así como con distintos organismos nacionales.

En Formación Universitaria hablar de enseñanza es hablar de salidas profesionales, su director general lo considera una prioridad: "Nuestro propósito siempre has sido conseguir que los alumnos se formen para poder insertarse en el mercado laboral: la transferencia del aula al merado de trabajo y a sus demandas. En este sentido, funcionamos como agencia de colocación autorizada por el Gobierno, si bien el objetivo es en todo momento que los alumnos puedan avanzar en su desarrollo profesional". 

En el año 2013 el Servicio Público de Empleo Estatal-SEPE autorizó a Formación Universitaria como agencia de colocación, a través de medios electrónicos, para la intermediación laboral entre empresas y demandantes de empleo. Hasta la fecha se han formalizado más de 3.000 convenios con empresas para el desarrollo de prácticas no laborales de los alumnos.

Esta preocupación por hacer las cosas bien, se ha traducido, por un lado, en reconocimientos otorgados a lo largo de estos 20 años de vida, como el Premio Excelencia 2019; el sello Cum Laude 2016 y 2015; el Sello Top 100.000 Empresas; la Medalla de Oro a la Excelencia Profesional y el Certificado Excelencia en Gestión Empresarial. Por otro, en su política de responsabilidad social. Así, cada año, colaboran con distintas ONG de forma periódica y poniendo en marcha distintas iniciativas con el fin de ayudar a colectivos desfavorecidos.

Ignacio Campoy, CEO de Formación Universitaria. Ignacio Campoy, CEO de Formación Universitaria.

Ignacio Campoy, CEO de Formación Universitaria. / M. G.

Un cambio de paradigma en la formación a distancia

La formación a distancia vive su época dorada, pero el camino no ha sido fácil, ya que ha habido que actualizarse en poco tiempo y mucho. Según Ignacio Campoy, "el covid ha acelerado nuestra transformación digital. Desde marzo hemos ido implementándola con el objetivo de que en el futuro estemos transformados al 100%. En Formación Universitaria nuestro objetivo es ofrecer una preparación de alta calidad, es nuestro propósito y hacia él dirigimos todos nuestros esfuerzos y recursos. En este sentido vamos mucho más allá de una institución formativa que ofrece cursos en la modalidad no presencial".

Desde marzo de 2020, Formación Universitaria está viviendo una aceleración de la transformación digital en todos los centros de formación. Ello implica cambios tanto en la estructura como en la metodología formativa y ha incorporado definitivamente el uso de la tecnología de la información y la comunicación como principal herramienta en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

"Los nuevos espacios para la formación han dejado atrás a los limitados entornos tradicionales –el aula física– y ahora en las aulas virtuales se dan cita alumnos que rompen la barrera del espacio. La autonomía del alumno también cobra una dimensión en este nuevo paradigma (gestión de la información, acceso a recursos, etc…) que adapta a su medida el proceso formativo. Y en el caso de las prácticas, está el papel que juegan ahora de las simulaciones, escenarios diseñados de forma similar a la realidad. En nuestro caso, el alumno siempre ha sido y será el protagonista y creemos que en este sentido la formación a distancia le abre las puertas a múltiples posibilidades", reseña Campoy. 

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