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Invierno, la estación perfecta para practicar sexo

  • El frío, las comidas navideñas y la exaltación de la amistad estos días propician que los encuentros sexuales se den con mucha más frecuencia

  • Diez canciones para hacer el amor

Una pareja pasea abrigada en diciembre.

Una pareja pasea abrigada en diciembre. / M. G.

La primavera la sangre altera y el verano revoluciona las hormonas. Por eso, ambas estaciones parecían ser las más propensas para tener sexo. Al menos eso se pensaba hasta el momento. El invierno, concretamente diciembre, se presentan como la estación y el mes ideal para practicar sexo. Los datos demuestran que es la época en la que tienen lugar más encuentros sexuales: septiembre es el mes que más nacimientos registra, es decir nueve meses más tarde. Las fechas navideñas, las cenas con amigos y compañeros de trabajo, el frío, trabajar la imagen personal… La empresa de salud sexual masculina Boston Medical Group explica cuáles son los factores que convierten a diciembre en un mes perfecto para disfrutar del sexo.

La mejor forma de combatir el frío y ahorrar en calefacción

En invierno hace frío. Mucho frío. La mejor manera para desafiar a las bajas temperaturas es fomentar el encuentro sexual bajo el edredón. Bajo el edredón, en el sofá y hasta en la ducha. Porque, ¿para qué abusar de calefacción -con lo cara que luego resulta la factura- si se puede combatir el frío de una forma mucho más saludable y económica?

Adiós a calefacciones, nórdicos y chaquetones, el aumento del deseo sexual (y dar rienda suelta a ese deseo) de estos días es la solución perfecta al descenso térmico. Además, en diciembre, en el caso de los hombres, estos alcanzan el punto más alto de testosterona, debido a que antiguamente necesitaba de la mayor fuerza y energía posible para sobrevivir el invierno. De aquel cazador de la Prehistoria, este hombre sobrehormonado.

El antigripal más natural y curativo

La gripe está al acecho. Y si no es la gripe son los terribles resfriados, que nos hacen compañía desde noviembre hasta prácticamente mayo. El incremento en la actividad sexual ayuda a reforzar el sistema inmune y a disminuir el riesgo de padecer enfermedades respiratorias o la gripe, muy comunes en estas fechas y, además, muy molestas para unos días tan señalados. Por eso, antes de que aparezcan los desagradables mocos y esa irritante tos es recomendable sucumbir a los instintos sexuales.

Más tiempo libre y multitud de encuentros

Parece que hasta que no llega diciembre no somos conscientes de la cantidad de amigos que tenemos. Es llegar el último mes del año y empiezan a salir amistades de debajo de las piedras. Comidas, cenas, reuniones y todo tipo de encuentros que, en nuestro extenso tiempo libre navideño, nos invitan a conocer (o reconocer) gente. Entre las expectativas que nos crean las películas y la hipersensibilidad que nos invade en Navidad, diciembre se antoja perfecto para que afloren todo tipo de sentimientos.

El secreto está en la comida

Nochebuena, Navidad, Fin de Año, Reyes… las comilonas especiales se acumulan y se suceden estos días. En ellas se consumen productos con componentes afrodisíacos, como por ejemplo las ostras, que contienen elevados índices de zinc, un mineral que ayuda a producir esperma y aumenta la líbido, o el chocolate, con altas concentraciones de feniletilamina (FEA), lo que provoca que se eleven los niveles de las tres sustancias más importantes dentro de la excitación sexual. Eso por no hablar de la canela, que se convierte en la guinda del pastel cuando llega el postre.

Felicidad en burbujas de champán

Está contraindicado en cualquier relación sexual por los efectos negativos que su ingesta provoca en los encuentros eróticos. Aunque lo cierto es que después de un brindis y mojarse los labios con alguna bebida espirituosa soltamos algunos lastres, estamos más desinhibidos y nos sentimos algo más fogosos y pasionales. Sin embargo, en cuanto se sobrepasa este límite, se interrumpe la erección al inhibir el buen funcionamiento del sistema nervioso central, por lo que directamente se disminuye la excitación y la respuesta sexual a la estimulación.

En Navidad todos estamos más guapos

Estas fechas son sinónimo del culto al cuerpo. Todos nos sentimos más guapos y queremos mostrarlo al mundo. Por eso, para cenas, comidas o tardes de café intentamos sacar el máximo posible a nuestros estilismos. Sentirse guapo y atractivo es un plus a la hora de enfrentarse a un encuentro sexual; esa sensación refuerza nuestro autoestima y nos sentimos seguros de nosotros mismos a la hora de tomar la iniciativa. Además, no sólo nosotros nos vemos guapos, los demás también nos ven así.

Fuera las penas, viva la alegría

Practicar sexo no sólo nos evita el resfriado, también contribuye a mejorar el autoestima y es una herramienta perfecta para relajarse y dormir por la noche. El hecho de tener más tiempo y ganas de practicar sexo influye positivamente en el estado anímico y la salud al liberar endorfinas.

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