La Velá de Triana se celebra en honor a los patrones Santiago, el 25 de julio, y Santa Ana, el 26 de julio. Es una fiesta que se originó de una antigua romería, que tenía lugar en la Parroquia de Santa Ana, a finales del siglo XIII. Durante la Velá de Santa Ana, el barrio de Triana se viste de gala y es un momento perfecto para visitar el barrio y cuando llega la noche, pasear por la orilla del Guadalquivir para ver el Puente de Triana iluminado y las calles adornadas con farolillos.

Las fiestas patronales del barrio de Triana suelen ser un acontecimiento multitudinario, ya que han sabido mantener gran parte de sus raíces en estas fiestas. Durante los días de celebración se realizan todo tipo de actividades, como competiciones deportivas, mercado de alfareros, la conocida y tradicional Cucaña, conferencias y actuaciones nocturnas en la Plaza del Altozano.

Este año, tras dos años sin celebrarse al completo por culpa de la pandemia, la Velá de Santa Ana tendrá lugar desde el 21 al 26 de julio. Las celebraciones y festejos comienzan de forma oficial tras el Pregón. Posteriormente se procede a realizar la entrega de los galardones y trofeos de “Trianero del año”, “Trianeros de honor” y “Trianeros adoptivos''.

Actividades de la Velá de Santa Ana

En cuanto a las actividades deportivas, estas giran alrededor del río Guadalquivir, donde se realizan concursos de pesca y regatas de piragüismo. Pero lo más tradicional que se celebra en este río es el concurso de la ‘Cucaña’, la cual es una barcaza con un porte horizontal embadurnado con grasa. El objetivo de los participantes es alcanzar un banderín que se sitúa al final del poste, teniendo que hacer acrobacias y peripecias para caer finalmente al río.

La noche del 25 al 26 de julio es uno de los momentos más emotivos de las fiestas. En la catedral trianera se realiza la tradicional ofrenda floral y fuegos artificiales. A las 24:00 horas tiene lugar el repique de las campanas desde la torre engalanada. La banda de cornetas y tambores del Cristo de las Tres Caídas interpretan “Los Gozos” y “Las Nanas” desde la torre del templo, a la luz de las bengalas. 

Es una tradición que todos los trianeros llevan realizando desde hace más de siete siglos. Tras esto, se abren las puertas de la Iglesia de Santa Ana, para que los fieles puedan acudir al besamanos de la imagen, la cual preside todos los actos que se realizan durante el día.