Simof 2014 · Tercera Jornada

Más allá de la Feria

  • Pantalones, camisas y vestidos con aires flamencos, una propuesta prét-à-porter para romper fronteras.

El traje de flamenca es el único traje regional que avanza con la moda, pero no sólo se adapta a las tendencias sino que las marca y quiere salir a la calle más allá del albero del Real. Por eso las modelos de este año llevan pantalones, blusas y vestidos de noche de aires flamencos, pero no renuncian a la flor en el pelo y al mantoncillo.

El Salón Intercional de la Moda Flamenca volvió a inaugurar la jornada del sábado con la pasarela en apoyo a AECC (Asociación Española contra el Cáncer), un desfile donde exclusivamente el color rosa es el protagonista.

A continuación abrió el carrusel de desfiles la diseñadora Amparó Macia con su colección Auténtica, una propuesta a la que dio vida a través de tres hilos conductores. Primero una flamenca clásica de lunares rojos, blancos y negros, una flamenca rociera que encuentra su inspiración en trajes de dos piezas, y por último una flamenca exquisita que luce trajes llenos de artesanía en los que se trabaja con maestría el punto de seda, tejido de moda para esta Feria.

Carmen la Torre se inspiró en el costumbrismo sevillano para presentar una colección donde rescata la tradición con talles más altos, escotes amplios y redondeados y volantes que recrean la pasión de las rosas y las claveles.

Los desfiles de la tarde abrieron con la propuesta de Sara de Benítez y su Flamenc-à-porter que recoge la esencia de esta jornada. Volantes en cascada y grandes volúmenes que forman faldas llenas de movimiento que cobran vida al andar y que, sin embargo, se equilibran con cuerpos muy entallados. Destacó su línea prét-à-porter, para una mujer que sigue siendo flamenca más allá de la Feria con pantalones y camisas con volantes estratégicos.

Inspirada en las comunidades gitanas nómadas, Pilar Vera presentó una colección salpicada de aires étnicos y llena de ritmos zíngaros. Sedas, gasas y batistas son tejidos frescos y sutiles por los que apostó la diseñadora para crear elegantes trajes canasteros que destacaron por su ligereza y fluidez. La veterana diseñadora no tuvo miedo en mezclar y fusionó a la perfección estampados florales y cachemir con el lunar tradicional.

Rompiendo con su paleta de color, la firma Nuevo Montecarlo apostó por los tonos ácidos y vitaminados. Amarillos, violetas y corales que dan paso a vivos estampados florales traducidos en líneas clásicas que mantienen la identidad de la firma. No faltaron en la colección los mantoncillos que se mimetizan con los mismo estampados de los trajes y adquieren formas innovadoras a través ondulinas.

Loli Vera presentó una propuesta barroca en la que destacaron los volantes de pico tipo pañuelo y su particular uso de los flecos. También presentó una linea para una flamenca de calle con originales trajes desmontables a los que se le quitan los volantes y se convierten en sofisticados vestidos de noche.

Acompañada por la firma de complementos BR, Sonia&Isabelle se inspiraron en el mundo del toreo para presentar una colección llena de encajes negros, colores rojo y albero y bordados en oro. Una muestra de vestidos favorecedores donde no faltan las sugerentes espaldas al aire.

Cerró la jornada con más afluencia de público uno de los desfiles más esperados de esta nueva edición de Simof, la vuelta de la cordobesa Juana Martín. La diseñadora siguió siendo fiel a sus líneas limpias y depuradas y construyó una paleta de colores formada por tonalidades vivas como el turquesa y el rojo aunque el blanco neutro se alza como protagonista. Apostó por los trajes cortos susceptibles de lucirlos más allá de la Feria.

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