La Casa Ronald McDonald reafirma en Sevilla su compromiso con el cuidado centrado en la familia

En el marco del Día Mundial de la Familia, que se celebra el 15 de mayo, la Casa Ronald McDonald de Sevilla reafirma su fuerte compromiso con el cuidado centrado en la familia como pilar fundamental para el bienestar de los menores, jóvenes y sus familias durante los momentos más desafiantes.

Para las familias que atraviesan la difícil situación de tener un hijo o hija gravemente enfermo, mantener la unidad familiar y el apoyo emocional es crucial. Los programas de la Fundación Infantil Ronald McDonald, como las Casas Ronald McDonald y las Salas Familiares Ronald McDonald, se erigen como oasis de normalidad y acompañamiento, ofreciendo "un hogar lejos del hogar" y espacios de descanso mientras dura el proceso hospitalario.

En esta semana Mundial de la Familia, la Fundación destaca la increíble fortaleza de estas familias y la importancia vital del cuidado centrado en sus necesidades a través de su primera campaña de sensibilización, cuyo objetivo es visibilizar su recurso gratuito y acercar a la sociedad la realidad que viven las familias alojadas en la Casa Ronald McDonald de Sevilla.

Testimonios

Ezequiel, Yorgelis, Agar, Fran, Mar, Manolo, Carolina, Francisco y Javier son los 9 protagonistas de un carrusel de testimonios que cuenta sus historias desde la dura noticia de la enfermedad de su ser querido, pasando por el traslado a otra ciudad, el tratamiento y terminando con la deseada vuelta a casa. Familias con relatos muy distintos, pero a la vez muy similares que tiene como nexo la importancia del programa de la Fundación en el acompañamiento de todo el proceso.

El cuidado centrado en la familia reconoce que la salud y el bienestar de los menores y jóvenes está directamente relacionado al bienestar de sus familias. Al proporcionar alojamiento temporal, atención integral y apoyo emocional, la Casa Ronald McDonald de Sevilla permite que el núcleo familiar se mantenga cerca de sus hijos/as hospitalizados, participando activamente en su cuidado y encontrando el consuelo en la compañía de otras familias que viven experiencias similares.

Este enfoque no solo beneficia el bienestar emocional de las familias, sino que también contribuye positivamente a la recuperación de los menores y jóvenes enfermos, ya que estudios han demostrado que la presencia y el apoyo de los padres pueden reducir la ansiedad de los niños y niñas, mejorar su adherencia a los tratamientos y, en última instancia, influir en resultados de salud más favorables.