La chirigota de Écija aprieta su ascenso en el COAC

Paso adelante de la chirigota de Écija en el Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (COAC) 2025 con otra idea tan original como incómoda que gustó en el Gran Teatro Falla. Y es que si en la pasada edición del concurso los caníbales psicópatas de Me como tu cara, semifinalistas y una de las revelaciones, cantaban permaneciendo prácticamente inmóviles durante todo el repertorio, este año los 15 componentes de Al cielo con él no están mucho más cómocodos apilados en el ascensor en el que están atrapados.

La chirigota de los hermanos Castro no sólo aguanta la actuación entera en unos escasos metros cuadrados, si no que no lo acusan en las voces ni la interpretación. Y es que, como contaron los miembros de la agrupación al acabar el pase, llevan ensayando en una estructura parecida desde septiembre, un riesgo y un sacrificio que ha valido la pena por la reacción del respetable, en el que ha calado un tipo que aparte va acompañado de un repertorio de nivel que la consagra como una de las agrupaciones a tener en cuenta ya en el COAC.

La ingeniosa idea hace que la presentación fluya sola. Comparten inicio al despiste con el Bizcocho, a oscuras y con tambores cofrades hasta que se desvela la estampa. 15 tíos que llevan encerrados "más de diez horas" en un ascensor, que junto a " los otros 15 en el espejo" suman 30 que entre "achuchones, puntazos, empujones y peste" lo están pasando peor que cuando "el Pellejo cantó en su boda".

Buenos pasodobles de bonita melodía, el primero de recuerdo a lo que vivieron el año pasado siendo una de las sensaciones del concurso, del que les quedó claro que "aunque la cosa esté apretada, aquí cabe todo el mundo", y en el que agradecen a la afición que les "llevaran en bolandas" mientras ellos le dadan "bocaditos": "tu cariño y tus aplausos me llevaron al cielo". El segundo a la turistificación desde la nostalgia de los barrios de antes. "Pero ahora nuestros bloques nos los tienen secuestrados, y en la casa de mi infancia no conozco a las vecinas (...) quitemos el candando que nos lapida, que en el barrio de mi vida, somo extranjeros" . Un mensaje en solidaridad con el problema de la gentrificación que sufren Sevilla y Cádiz.

Suben el nivel en los cuplés, sobre todo en el primero a la paradoja del supremacismo racial de Donald Trump siendo "un gachón de color naranja fosforescente" . El segundo un poco pasado de rosca a una moneda del rey Juan Carlos en la que Bárbara Rey le está haciendo una felación.

Los golpes se suceden a base de pamplinas en un popurrí de cuartetas cortas en el que dan un repaso a su comunidad, con la de la vecina que viste del "Shein, Shein, Shein, Shein" o la del "Y si voy morir" como destacadas, además de alguna maldad que otra como la del "porrazo del dueño de Mango". Las apreturas irán en ascenso para hacerse hueco en cada pase.