El nuevo sentido de la música en Osuna
El Conservatorio Profesional de la localidad cumple cuatro años de vida con más de 200 alumnos inscritos
"Nuestra materia prima es el sonido. La música sirve para transmitir emociones y compartirlas con los demás. Desprende energía". Con tal pasión habla Serafín Arriaza de la música que difícil resulta pensar a qué podría dedicarse mejor que a ello. Prestigioso concertista de guitarra clásica, desde que hace cuatro años se inauguró el Conservatorio Profesional de Música de Osuna dirige este centro, que ha supuesto para la localidad y la comarca una importante oportunidad formativa, "ya que muchos de los jóvenes que estudiaban música en el conservatorio elemental se veían obligados a abandonar sus estudios de música ante la imposibilidad de desplazarse hasta la capital para continuarlos".
En menos de un lustro, el conservatorio, ubicado en un edificio de nueva construcción en la calle Manuel Losada Villasante, ha conseguido cubrir todas sus plazas, 200, que no toda la demanda, ya que son más las plazas solicitadas que la oferta.
La necesidad de crear un conservatorio profesional responde a una petición ciudadana e institucional, del Ayuntamiento, de hace años. Así, en 2011 fue autorizado por la Junta de Andalucía, aunque la titularidad del mismo es municipal. No podría entenderse este centro sin el apoyo incondicional de la Fundación de Estudios Universitarios Francisco Maldonado de Osuna. "Existe una estrecha relación entre todas estas entidades. Una vinculación que hace posible llevar a cabo nuestro principal objetivo, la búsqueda de la calidad", reseña Arriaza.
Serafín Arriaza llegó a encabezar este proyecto tras una dilatada y exitosa trayectoria como instrumentista, que aún continúa y compatibiliza con su tarea, también como profesor, en el conservatorio. Hijo del catedrático y músico Serafín Arriaza Brenes, desde niño vivió esta disciplina con devoción. Aprendió de los mejores maestros dentro y fuera de casa, en el conservatorio sevillano. Aclamado concertista con 22 premios nacionales e internacionales en su haber y experiencia en masterclass, reconoce que el proyecto ursaonense le entusiasma tanto por el interés prestado por diversas organizaciones culturales e institucionales en este asunto como por el programa de actos que organiza a lo largo del curso y su repercusión educativa en los alumnos y en las familias, implicadas en este proyecto desde dentro. "Los alumnos no son una cifra más; cada caso se atiende personalmente, incluso con clases de refuerzo, y la opinión de los padres es tenida en cuenta en el propio funcionamiento del centro", detalla el director del conservatorio.
El edificio que alberga al conservatorio ofrece toda la equipación e infraestructuras necesarias para desarrollar una formación de excelencia. Así, al auditorio con aforo de 200 plazas, se suman una veintena de aulas más las salas propias para la administración del centro y el material técnico necesario. Igual de importante son sus profesores, una quincena de músicos profesionales en activo que compaginan su actividad en los escenarios con la de docentes.
Después de cuatro años de actividad, Arriaza ve cumplido en una primera promoción de titulados el fin que siempre ha perseguido: "Transmitir los valores de la cultura a través de la música". Para que esta idea se llevase a cabo era necesario abrir las puertas del conservatorio a la sociedad y salir a la calle. Así, junto a la programación puramente académica, el conservatorio ha estado presente en la organización de acciones como el Mes de la Música en Osuna, donde se realizaron recitales en los monumentos y edificio emblemáticos de la localidad, como la capilla de la Escuela Universitaria, el Patio de la Merced o en la Cooperativa Santa Teresa, productora del Aceite 1881.
A nivel formativo, su actividad también se ramifica hasta la universidad -este año ha acogido el concierto de clausura del Aula de la Experiencia en el auditorio del conservatorio- y la propia escuela. Destacan las conferencias impartidas por profesionales del conservatorio en la Escuela Universitaria como apoyo a los alumnos del Grado en Educación Infantil, donde se tratan temas como la educación emocional con la música o el desarrollo cognitivo a través de esta disciplina, entre otras materias. Si en el conservatorio se trabaja con niños desde los 3 años, aquellos que no cursan en él también pueden disfrutar y aprender de la experiencia con las Jornadas de Música que se imparten en los colegios.
La promoción de la música también se lleva a cabo a través del descubrimiento de nuevos talentos, gracias a iniciativas como el Concurso Villa Ducal de Osuna, dirigido a jóvenes promesas, y donde los vecinos del municipio tienen la oportunidad de valorar sus trabajos con el Premio del Público.
En definitiva, el conservatorio es entendido dentro del eje vertebrador de la formación musical en Osuna, que incluso llega a la banda municipal. Un referente en la comarca que, según Arriza, "pretende conservar esa valor educativo de la música que se ha perdido en la escuela y concienciar a los padres y profesionales de que la música está con nosotros, en nuestro interior, más de lo que pensamos".
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