La quinta estación no acaba de llegar en el COAC 2025
La comparsa de Las Cabezas de San Juan firma un discreto pase entregado al Carnaval en una sesión marcada por el bochorno de la 'chirigota' negacionista.
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La undécima sesión de preliminares del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Cádiz (COAC) 2025 tuvo participación sevillana con la comparsa de Las Cabezas de San Juan. Fue una sesión tan eclipsada como aborchonada tras el esperpento protagonizado en las tablas del Gran Teatro Falla por la chirigota negacionista Abre los ojos, que completó su repertorio pese a los abucheos del público, que se encargó de ajusticiar a una agrupación sin ensayo y muy lejos de un mínimo de calidad exigible en todos los apartados, mensaje al margen. La quinta estación fue la agrupación encargada de preceder al lamentable espectáculo con una actuación discreta y sin mensaje, más allá de rendir homenaje al propio Carnaval.
La agrupación escrita por Raúl Sánchez Sánchez, con música de Adrián Liñán García y Juan Francisco Pérez Castro, presentó un tipo bonito y una idea que no dio mucho más margen que poner en valor las virtudes de la fiesta, a la que cociben como una estación más del año: "primavera, verano, otoño, invierno, y los carnavales clavados en el medio". Una nueva estación que "revienta en febrero", anunciada con "tormentas de papelillos, calles que huelen a vino (..) y pitos de caña", y que emerge como si fuera "un temporal que llega de repente para hacer de cualquier calle un río de gente".
Sí se salen de la euforia y los piropos al Carnaval en los pasodobles, con algo de mejor resultado en el segundo. El primero, cuanto menos original, a una "mujer elegante" llamada Sofía que le cuenta a su amiga que se "culpa" por pasarse "media vida tragando saliva y conteniendo rabia". Esa Sofía resulta ser la Reina Emérita, a la que equiparan con "España" porque "el campechano rey Juan Carlos I" las "traicionó" a ambas. La segunda letra a las dificultades laborales de los andaluces, con palo también al "conformismo" de estos. Comienzan invitando a los que perpetuan el estigma de vago del andaluz a buscar trabajo con ellos. Así van enumerando las precarias condiciones del empleo que hay en algunos de los sectores, como el de la construcción o la hostelería: "nada de asuntos propios, aquí no hay de eso, no hay nada de nada (...) No se te ocurra pedir vacaciones aquí cuando llega el verano, aquí no se suelen dar. Si quieres descansar te mandan al paro. No tenemos pagas extra, de eso aquí na de na, gustan más las horas extra que se echan sin cobrar". Acaban con una defensa-ataque: "aquí no somos flojos, aquí somo conformistas, aquí no nos va el rollo de los independentistas", e insta a los andaluces a "levantarse" para dejar ser una "tierra olvidada" para el resto de España.
La sangre tampoco altera en los cuplés pese a la temática. Primero a la tan cantada nariz de Lucas, que es "una polla en to la cara" que le pega el elfo travieso de la Navidad, y el segundo a las "estadísticas raras" que dicen que fumar un "cigarrillo acorta la vida 20 minutos" y que la masturbación la alarga, por lo que se lían haciendo cuentas: "o vivo pa siempre o me muero dentro un rato":
El pase se acaba diluyendo en un popurrí que no se sale de oda carnavalera y que remantan en una última cuarteta recurrente a trozos de coplás himnos de la fiesta. La quinta estación no llega.
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