Dónde tapear y qué ver en la Macarena: los mejores rincones de uno de los barrios más auténticos de Sevilla

En pleno corazón de Sevilla y colindando con la antigua zona amurallada de la ciudad, se encuentra el barrio de la Macarena, uno de los más auténticos y populares de la hispalense no solo por la vida que hay en él, con comercios y bares de toda la vida, sino por reunir algunos de los edificios más emblemáticos e icónicos de la ciudad.

Perderse por las calles de este barrio sevillano es como volver al pasado y revivir una ciudad en la que no se nota el paso del tiempo, donde los vecinos y vecinas se siguen conociendo y en la que muchos de sus locales se mantienen en pie a pesar de los procesos de cambio que están teniendo los centros históricos de las principales capitales. En esta ruta por el barrio de la Macarena hemos querido hacer un guiño a aquellos lugares que son imprescindibles para conocer y saborear esta zona de la hispalense.

Tapear en la Macarena

El Tremendo

El Tremendo es una de las cervecerías más populares del centro de Sevilla. Se encuentra en la calle San Felipe, número 15, en un establecimiento de pequeñas dimensiones y aspecto muy tradicional. Este bar es famoso por si cerveza, bien fría, sus caracoles en temporada, los chicharrones, la mojama o el bacalao ahumado. En este bar hacen la cuenta con una tiza sobre la barra, lo que demuestra que se está en un lugar de los de toda la vida.

Bodega Bar Umbrete

En el corazón de la Macarena, concretamente en la Plaza del Pumarejo, se encuentra el Bar Umbrete, un establecimiento que nace con la idea de llevar a la capital el mosto que se produce en el Aljarafe sevillano. Además de por la bebida, este bar es famoso por sus caracoles y cabrillas en temporada, aunque también cuentan con otras opciones como montaditos de diferente tipo y serranitos.

Cervecería Pepe Cruz Casa Pepito

Ubicada en la calle Previsión, número 8, acercándose a la zona de Pío XII, se encuentra este bar de toda la vida cuyas tapas aparecen en una pizarra y en el que la estética cumple con la de los bares de siempre. Entre sus tapas destacan opciones como la ensaladilla de gambas o las papas aliñadas, dos de los clásicos de este establecimiento. También tienen fritura de diferentes pescados, guisos que varían según el momento del año y caracoles en temporada.

El caminante andaluz

Se encuentra en la calle José Díaz, número 8, y se caracteriza por servir todo tipo de comidas caseras entre las que destacan sus guisos de garbanzos, langostinos y tagarninas, las albóndigas en salsa de tomate y cabrales, migas o pisto con huevo frito. Se trata de un ligar perfecto para comer bien con un ambiente muy acogedor y familiar.

Yebra

Yebra se encuentra en la calle Medalla Milagrosa, número 3, y se caracteriza por ser un restaurante muy popular en el que se pueden encontrar productos de máxima calidad plasmada en una amplia y extensa lista de tapas y platos muy pensados, trabajados y cuidados, que van desde la cocina tradicional hasta la actual y más creativa. Cuecen sus comidas a baja temperatura, usan esferificaciones, gelatinizaciones o espumas, por lo que se trata de un establecimiento donde se pueden degustar opciones más sofisticadas.

Qué ver en el barrio

El barrio de la Macarena cuenta con multitud de puntos de interés. Lo mejor para poderlo conocer es, ciertamente, perderse por sus calles y dejarse llevar por la intuición. No obstante hay algunos edificios y construcciones que merece la pena visitar antes de abandonar Sevilla:

Basílica de la Macarena

El edificio más conocido y emblemático de este barrio sevillano es la basílica de Nuestra Señora de la Esperanza, más conocida como la basílica de la Macarena. Este templo se levantó en el año 1949 y en él se venera la que es por excelencia la Dolorosa de Sevilla, la Virgen de la Macarena, cuya inmensa devoción traspasa las fronteras de la ciudad para alcanzar trascendencia mundial. Aunque se desconoce el nombre de la persona que hizo esta talla, se relaciona con el quehacer de Luisa Roldán 'La Roldana', en la segunda mitad del siglo XVII. Su procesión en la Madrugada del Viernes Santo genera gran expectación en la ciudad.

Durante muchos siglos, la Hermandad de la Macarena residió en la adyacente parroquia de San Gil. Es una de las escasas muestras de arquitectura alfonsí que se conservan en Sevilla, habiendo sido fundada en el silo XIII por el Arzobispo don Remondo.

Casa del Pumarejo

La casa-palacio de los Pumarejo es un edificio situado en el barrio de San Gil, concretamente en el número 3 de la plaza que lleva su nombre. Fue la residencia del conde Pedro Pumarejo y tras varios usos diferentes se convirtió en una casa de vecinos en el año 1883. En la actualidad este palacio es propiedad del Ayuntamiento y fue declarado Bien de Interés Cultural en el año 2003 por la Junta de Andalucía. Su interior ha funcionado como espacio de encuentro, cultural y trabajo ciudadano que era buen ejemplo de la cohesión de los vecinos y vecinas de este barrio. En el año 2004 se consolidó como centro social.

San Luis de los Franceses

En los adentros de este distrito se puede encontrar la iglesia de San Luis de los Franceses, antiguo noviciado de los jesuitas. El templo es uno de los ejemplos más representativos de la arquitectura barroca sevillana, cuyo diseño se adscribe a Leonardo de Figueroa, quien hubo de tener muy en cuenta otras plantas y alzados italianos contemporáneos. Su interior es de una riqueza sorprendente, lo que lo convierte en un imprescindible para visitar en esta zona de la ciudad.

Muralla de la Macarena

En Sevilla, las Murallas fueron las cercas militares que rodeaban, y aún rodean, el casco antiguo de la ciudad ya desde época romana, con continuas remodelaciones, especialmente en época islámica y en la posterior reconquista, con la idea de defenderse de los cristianos, en primer lugar, y de otras invasiones posteriormente. En la actualidad, el tramo mejor conservado es el que discurre entre La Macarena (incluido el Arco de la Macarena) y la Puerta de Córdoba, donde se conservan algunos lienzos de la muralla en el barrio y en el entorno de los Reales Alcázares. Pasear junto a ella es volver al pasado de la ciudad.