Elena Caride, experta en medicina estética: “El daño solar del verano es silencioso y acumulativo, da igual que no te hayas quemado”

La especialista da las pautas para recuperar la piel tras los excesos estivales y rompe alguno de los mitos en cuidado facial más extendidos

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Elena Caride, experta en medicina estética: “El daño solar del verano es silencioso y acumulativo, da igual que no te hayas quemado”.
Elena Caride, experta en medicina estética: “El daño solar del verano es silencioso y acumulativo, da igual que no te hayas quemado”. / M. G.

El verano es una de nuestras estaciones favoritas porque, aunque no lo pasemos entero de vacaciones, siempre estamos mucho más relajadas y con la agenda llena de planes. Pero este contexto de relax y ocio puede llevarnos a que nuestra piel (y también nuestro pelo) sufran en exceso. La exposición solar, la sal y el cloro son agentes externos muy potentes y que, a pesar de protegernos frente a ellos y seguir rutinas de belleza específicas, terminan haciendo mella en nuestra piel, que se ve más opaca, desnutrida y falta de vitalidad. Además, el abuso del alcohol, azúcares y alimentos procesados que experimentamos en verano también pueden afectar a la salud y el estado de nuestra piel.

Si a esto, además, sumamos una rutina de cuidado menos constante, nos encontramos ante un desgaste que puede acelerar el proceso de envejecimiento de la piel. Por eso, cuando llega septiembre y nos miramos al espejo empezamos a observar imperfecciones que antes no existían y contemplamos una piel que poco o nada tiene que ver con su estado antes de comenzar la época estival.

Es ahora cuando toca prestar especial atención a los cosméticos que utilizamos, a la rutina de belleza que realizamos y al tipo de alimentación y hábitos que llevamos a cabo. La doctora Elena Caride, experta en medicina estética antiedad, se enfrenta en consulta a una oleada de pacientes que acuden para un rescate facial y ponen de manifiesto algunos de los mitos y creencias sobre cómo regenerar esa piel correctamente. “Aunque muchas de estas creencias y hábitos están muy extendidos, no todos son efectivos ni verdaderos. De hecho, incluirlos en nuestra rutina puede llegar a generar complicaciones tanto para nuestra salud como para la de nuestra piel”, explica la doctora Caride. Con ella repasamos algunos de los mitos sobre el cuidado de la piel tras el verano más extendidos.

Hay que examinar bien la piel tras el verano para ver cuáles son sus necesidades.
Hay que examinar bien la piel tras el verano para ver cuáles son sus necesidades. / pexels

Después del verano no basta sólo con hidratar la piel

La deshidratación de la piel tras el verano es más que evidente, por eso muchas personas creen que con hidratarla es suficiente para recuperarla y nada más lejos de la realidad. “La hidratación es uno de los pasos de rutina facial más importantes en casi todos los tipos de piel, pero no lo es todo. Después del verano, la piel necesitará una combinación de exfoliación suave y antioxidantes, como la vitamina C”, explica la especialista.

“En algunos casos, la aplicación de productos tópicos no será suficiente, y tendremos que recurrir a tratamientos regeneradores que ayuden a reparar el daño solar acumulado como, por ejemplo, las infiltraciones de ácido hialurónico no reticulado o tratamientos no invasivos que nos ayuden a mejorar la flacidez facial como un HIFU Liftera, o lo que es lo mismo, un lifting no quirúrgico de última generación”, añade la doctora Caride.

Las manchas solares no desaparecen por dejar de tomar el sol.
Las manchas solares no desaparecen por dejar de tomar el sol. / M. G.

¿Piel no quemada, piel no dañada?

Cada vez hay una mayor consciencia sobre la exposición solar y los daños que ésta conlleva, por eso, el uso de fotoprotectores se ha convertido en algo innegociable en la mayoría. Además de prevenir daños y lesiones, los fotoprotectores previenen el envejecimiento facial prematuro, aunque eso no nos garantiza que la piel esté en su mejor estado.

Frente a la afirmación que muchos pacientes le hacen en consulta, la doctora Caride huye del “si no me quemé, mi piel no está dañada” y asegura que “el daño solar es acumulativo y silencioso”. “Aunque no se presentan quemaduras visibles, la radiación ultravioleta puede causar daño celular invisible que se acumula con el tiempo. Es por ello que recuperar adecuadamente la piel tras el verano es un proceso fundamental si queremos mejorar nuestro proceso de envejecimiento facial”, asegura la especialista en medicina estética.

Adiós, sol, adiós, manchas, ¿verdad o mito?

Tenemos asociada la exposición solar a la aparición de manchas, por eso solemos pensar que, si dejamos de tomar el sol, las manchas desaparecerán solas. Sintiéndolo mucho, las manchas no se van por arte de magia. “Las manchas solares o el melasma, no desaparecen por sí solas al dejar de exponerse. Se requieren de tratamientos específicos como despigmentantes tópicos, peelings suaves o luz pulsada, siempre bajo supervisión médica”, explica la especialista.

La hidratación es la base del cuidado facial, pero después del verano no es lo único que debemos llevar a cabo.
La hidratación es la base del cuidado facial, pero después del verano no es lo único que debemos llevar a cabo. / pexels

La alimentación, la clave para una piel saludable

“Lo que como en verano no afecta a la salud de mi piel”, escucha la doctora Caride al llegar a consulta después del verano y nada más lejos de la realidad. La alimentación siempre afecta a la salud de la piel, ya sea para bien o para mal y así lo explica la especialista.

“La alimentación veraniega, más rica en azúcares, alcohol y grasas, acelera la oxidación celular, un proceso que daña el colágeno y la elastina, responsables de la firmeza y elasticidad de la piel”, expone la experta en medicina estética.

“Además, los picos de glucosa favorecen la glicación, una reacción que endurece y debilita las fibras de soporte cutáneo, lo que contribuye a la flacidez y al envejecimiento prematuro. De ahí que tratamientos que buscan mejorar la flacidez facial sean ideales después del verano”, añade.

Los cuidados de la piel tras el verano no son iguales para todos

Ni sólo la hidratación es la aliada para la recuperación de la piel ni todos los cuidados fáciles tras el verano son aptos para todo tipo de pieles. Cada piel tiene unas necesidades específicas, tanto de manera general, como después de los excesos veraniegos y hay que tenerlo en cuenta a la hora de repararla.

“Es importante saber que la piel tiene necesidades distintas. Factores como la edad, el fototipo, la existencia de patologías previas, los hábitos y el estilo de vida o el nivel de daño solar influyen en el tipo de rutina y tratamientos adecuados para cada persona”, expone la experta.

Es por ello que resulta fundamental consultar a un experto que nos ayude a orientar nuestras necesidades de recuperación antes de optar por cualquier tratamiento.

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