Un desafío a la historia

Un nuevo horizonte se puede abrir paso para el Banca Cívica desde hoy. Antes de las nueve de la noche conocerá si está en la semifinal de la Copa del Rey después de desbancar al Unicaja, el club con mejor palmarés de Andalucía, aunque ha vivido en las últimas temporadas momentos dubitativos al no cuadrar la inversión con el resultado. Los malagueños no aparecían por este torneo desde 2009, un año antes que los hispalenses. Quiere la entidad que preside Juan Carlos Ollero festejar las bodas de plata de su fundación con un triunfo de entidad ante el eterno hermano rico de la región. En Málaga disfrutaron de una Korac, una Liga, una Copa, un tercer puesto en la Euroliga... Por San Pablo no tocaron la gloria, pero la palparon en cuatro ocasiones: dos subcampeonatos ligueros, uno copero y otro, el último, de la Eurocup.

Es buen momento para soñar con la final, con el título, en el Palau Sant Jordi, en la montaña mágica, donde el Banca Cívica parte como víctima frente al Unicaja. Tampoco sería favorito con el Real Madrid, si liquidara al Fuenlabrada, y menos en el duelo definitivo, al que las quinielas apuntan que llegaría el anfitrión Barcelona o la tropa con más solera en la Copa, el Baskonia.

Desde la campaña 94-95, el Unicaja lleva un balance en la Liga de 24 victorias por 11 derrotas contra los hispalenses; el presupuesto históricamente siempre ha sido superior o muy superior en Los Guindos que en Kansas City. Son datos objetivos, sí. El Unicaja maneja más dinero de toda la vida, está instalado en la Euroliga no se sabe ya desde cuándo, ha logrado más éxitos y arrastra más aficionados. ¿Y qué? Esto es deporte. Están en juego las emociones, el temple, el carácter, la motivación, la raza, la ilusión, las ansias de hacer historia allí donde el Dream Team deleitó en el 92 y donde el ejército de Joan Plaza busca un gran sueño, el sueño. Eso que unos llaman presión y otros responsabilidad corre a cargo del Unicaja. Muchas veces esos detalles minimizan a los grandes. Ésta puede ser la ocasión.

No vale de nada pensar en el precedente liguero ni en el repaso dominical ante el Madrid. Esto es la Copa. Además, la estrategia está a la orden del día y el equipo de magenta pondrá trampas en el camino para que el Unicaja se halle incómodo, para que ni corra Rowland ni reciba Freeland, ni se permitan triples fáciles a Garbajosa, Valters o Fitch, ni tampoco se les despierte a Zoric y Peric, los croatas que a veces duermen y otras se disparan.

Da igual que el Unicaja rompiera la racha de siete derrotas seguidas en Valladolid ni que el Banca Cívica haya enlazado tres sopapos. Sí hay que estar atento a Paul Davis, porque su presencia asusta al rival y sólo con eso el resto del equipo puede sacar provecho. Chus Mateo tratará de sacar al pívot del partido, circunstancia que tendrá que vigilar el de Rochester, hipermotivado por debutante y porque no se lo perdería por nada del mundo.

Hay que pensar que este conjunto puede mirar de frente a cualquier contrincante de la Liga Endesa, más aún a un Unicaja que no es el de otras veces. Toca que Jasen se cuelgue los galones de capitán general; para este tipo de contiendas se le fichó y el alero sabe que apenas disfrutará de más ocasiones en duelos de este calado, sólo con Argentina este verano en los Juegos. También Triguero tiene que sacar a relucir su papel de capitán. Necesita más que nunca el Banca Cívica que los bases, o al menos uno de ellos, tengan una actuación seria, llevando el mando, el ritmo, marcando el tempo, con pocas posesiones y mucho espíritu defensivo. Desde ahí construirá su ataque la escuadra hispalense, pues es fiel reflejo la vanguardia de la retaguardia.

Es obligado que aquí Bogdanovic dé todo lo que lleva. Garbajosa, quien amargó a Davis a finales de año, es perro viejo y el serbio deberá rebasarlo. Y, por supuesto, es básico que el perímetro no sufra una anemia anotadora, que se ponga el traje de gala y no se vea superado por el ambiente, por la atmósfera copera. English, Urtasun y Tepic cuentan con el talento suficiente como para imponerse a sus pares, siempre desde el trabajo en grupo.

Es un desafío hacer historia, obvio, en un primer cruce con muchas connotaciones por medio, entre otras, que nunca se vieron en la Copa. La grandeza se consigue paso a paso, el prestigio requiere su tiempo, pero hoy es el día perfecto, la tarde idílica, para que el Banca Cívica eche a un lado al Unicaja y siga la escalada para ocupar alguna vez su lugar.