La generación del 77 sueña con la Copa

En 1977 nacieron los protagonisas de esta historia: Prigioni, Laviña, Ellis, Betts, Panko y Garbajosa. Hasta que el cuerpo aguante. Es el notable grupo de jugadores veteranos en Barcelona. Caja Laboral, Fuenlabrada, Lucentum, Unicaja y Lagun Aro -por partida doble- cuentan con ellos.

"El secreto de la generación del 77 es el trabajo duro y su buena ética de trabajo. Somos gente sana y que nos cuidamos. Ellis, Garbajosa, Betts... todos tienen algo en común: son buena gente. A las buenas personas les ocurren cosas positivas". Habla Panko, debutante en la competición, pero curtido en mil batallas. Camino de los 35 y nueve temporadas cabalgando por los parqués ACB. "Es como un sueño hecho realidad. Nunca había jugado la Copa y estoy muy feliz por poder estar. Es genial debutar a esta edad. Nunca se es demasiado viejo", añade Panko, que comparte vestuario con Betts, interior que ya sabe lo que es jugar el torneo del KO. Y tanto: ganó con el Tau.

Experto es Prigioni, as de copas, o Garbajosa, que ya sabe lo que es alzar este trofeo por partida doble. Ellis, el enrachado escolta texano del Lucentum, afronta la segunda Copa. "No importa si eres mayor o joven en un torneo como éste. Son sólo tres partidos. Si los ganas, avanzas. Si no, a casa. Aquí no importa la edad... ¡En el baloncesto ya no importa la edad!", sentencia Panko a modo de portavoz de esta generación. A buen seguro que sus colegas suscriben la consigna. No hay DNI que valga.

Ilusión por bandera. Ésa es la premisa. Coinciden todos: es de las competiciones más bonitas. Y por ello hay que disfrutarla. Inculcar, desde la veteranía, el anhelo y el ensueño a los más jóvenes del equipo. Laviña lo tiene claro. A poco más de un mes de los 35. Veterano a las órdenes de Fisac, que incluso ha tenido tiempo para estudiar Arquitectura. Metódico y responsable, afronta una nueva cita copera. La cuarta y se la llevó en 2008. Ahora, por fin en su ciudad. "Llego con la misma ilusión que si tuviera 20. No somos un equipo habitual en la Copa y eso hace que la ilusión sea muy grande. Eso sí, con un punto de experiencia que también te dan los años y te ayuda a tener los pies en el suelo. ¿Qué les digo a los jóvenes? Que no es una situación normal, que la disfruten. Jugadores con muchos años en ACB no lo han conseguido nunca".

Muchos minutos para tener 17 años en cada pierna. Pero una motivación intacta. Ése es el secreto para seguir compitiendo al máximo nivel. "Tengo la suerte de trabajar con gente joven con mucha ambición y ganas de aprender y trabajar. Eso te obliga a estar siempre a tope. Yo ya les voy avisando: 'Cuando tengáis mi edad, entenderéis lo que os estoy diciendo'. Ellos llegan al vestuario, se cambian y se lanzan a la pista. Yo no, tengo que calentar bien, cuando hace un poco más de frío de lo normal ya pienso uy, esta rodilla que me molesta...", dice Laviña.