Su fundación, la de Kanoute y la novela de Mel

Hombre comprometido y culto, Roque Santa Cruz tiene una fundación y es amante de la lectura.

-¿Cómo se siente ayudando a los demás en Paraguay?

-Es casi una afición, me gusta sentir que lo que el fútbol me dio puedo retribuirlo en la comunidad de la que salí y ayudar a niños que lo tienen difícil. Es demostrarles que hay gente que se preocupa y que pueden llegar a salir de la situación que viven. Apoyamos su educación con escuelas, nos preocupamos de las áreas de alimentación y de salud, y cuando regrese quiero hacer cosas de fútbol para completar el círculo educación, salud y deporte.

-Kanoute tiene otra fundación en Malí, ¿han hablado?

-Quedamos en juntarnos en alguna ocasión y lo haremos, me encantará. Conozco su fundación y él trabaja de manera más global y más grande. En la mía es básicamente mi familia la que se nueve.

-¿Ha leído El mentiroso?

-Aún no. El míster me preguntó y le dije que me daba cosa llevarlo en los viajes, que los compañeros me iban a matar (ríe). Lo leeré en casa.

-Y usted, ¿escribirá su biografía?

-En algún momento lo pensé porque cada vida es un libro abierto, pero como proyecto no lo tengo.