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La escalera se empina

  • El Sevilla afronta un duelo trascendental ante un Villarreal que aspira a tomar más ventaja. Sin Banega, los de Emery necesitan su primer triunfo a domicilio.

Ni Manchester City, ni Real Madrid. Por mucho que la primera semana de noviembre traiga a Nervión dos de los partidos más esperados por el abonado o el aficionado sevillista de todo el curso, donde de verdad se juega mucho el Sevilla es hoy en El Madrigal. El mal inicio de curso comenzó a enderezarse a trancas y barrancas durante este mes de octubre que se va y que dejó para los sevillistas el fresco hálito estepario que ha traído Konoplyanka. Con el ucraniano y Banega, el Sevilla de Emery ha sido otro, las piezas han encajado mejor también por el reingreso en el equipo de Rami y la mejoría se ha hecho contagiosa en futbolistas que no se encontraban a sí mismos como Krychowiak y Tremoulinas, claves en las mejores prestaciones de este equipo. Pero esa mejoría quedará en agua de borrajas si el Villarreal vuelve a coger una distancia de ocho puntos y deja a su directo rival en tierra de nadie.

Para despedir octubre con un epílogo fructífero que dé empaque de realidad a la resurrección sevillista el Sevilla debe conseguir en El Madrigal el primer triunfo a domicilio del curso. Si no es así, la oscuridad propia de noviembre volverá a cernirse sobre un equipo hecho para pelear por estar el curso próximo en la Champions. El eufemismo de pelear por Europa está muy bien para los discursos institucionales y para no convertir el exceso de presión en una tensión perniciosa para el rendimiento del entrenador y la plantilla. Pero la realidad es cruda y el enorme esfuerzo económico que ha realizado el Sevilla, más en forma de fichas que de traspasos (apenas 35 millones fácilmente amortizables), sólo se puede justificar sin que haya de mediar otra catarsis en la contabilidad del club si la temporada próxima el Sevilla vuelve a estar en el máximo torneo continental. Y esto pasa por ganar partidos como el de hoy.

El Villarreal lleva tiempo aspirando a suplantar el estatus que se ha ganado el Sevilla en la Liga y en este inicio de campaña ha visto la oportunidad de poner tierra de por medio con su referencia para escalar en la jerarquía del panorama español. Y por ello se ha conjurado para sacarse las muchas espinas que tiene clavadas por la supremacía sevillista, sobre todo en los dos últimos años. El equipo de Marcelino es consciente de la tremenda trascendencia que tendría sumar tres puntos más a los cinco de ventaja que ya le lleva al Sevilla y planteará el partido como una auténtica final, con la ventaja de que no juega hasta el jueves su correspondiente competición europea, en la que está mucho menos necesitado que el conjunto de Emery.

La cita con el Barcelona se antoja lejísimos aún para el equipo amarillo, mientras que los blanquirrojos, en cambio, sí tienen que borrarse de la mente que el martes afrontan un duelo crucial con el Manchester City para sobrevivir en la Champions. Y esto puede afectar a la mente del futbolista.

Emery, además, cuenta con una baja de peso. Con el regreso de Banega se ha visto al mejor Sevilla del presente curso, un Sevilla que, a ratos, ha recordado su mejor versión. Tras merecer el triunfo en Éibar, desde que comparecieron en la segunda mitad el argentino y Konoplyanka, y también, por qué no decirlo abiertamente, en Manchester, el holgado triunfo ante el Getafe certificó que ha vuelto el Sevilla. Claro que hay que ver cuál es el rendimiento del grupo sin el manijero del juego ofensivo, sin el organizador que ha galvanizado todas las energías en pro de un equipo que ya se comporta como tal y en sintonía con la calidad de sus futbolistas.

En teoría, Krohn-Dehli está llamado a darle el relevo natural al argentino en la posición de 10. El danés estaba alcanzando su mejor tono cuando se lastimó con su selección tras su exhibición ante el Barcelona. Y sobre esta misma teoría, Emery realizará pocas rotaciones porque el equipo ha tenido descanso suficiente desde el sábado pasado y en ningún momento va a menospreciar el partido de hoy para dejar reservas ante lo que se avecina en los primeros días de noviembre. El propio técnico es el que se encarga de repetir una y otra vez que la Liga es el alimento verdadero del Sevilla y el partido de hoy tiene muchas proteínas. Por las características del rival, que sufre con el juego aéreo, cabría la posibilidad de que jugase Llorente arriba, pero si la mejoría llegó con el 4-2-3-1 y Gameiro...

Enfrente estará un Villarreal que se hizo con los servicios de Soldado, de quien dicen que era el verdadero deseo de Emery en lugar de Immobile... El valenciano ha superado sus molestias y llega puntual para una cita en la que estará acompañado por el joven y dinámico Bakambu. Es posible que juegue Denis Suárez, que igual que guarda mucho cariño al Sevilla también tendrá ganas de reivindicarse... El partido tiene muchísimos alicientes y muchísimo en juego.

El "paciente" Immobile, otra vez fuera de la lista de 19

Por tercer partido consecutivo, Immobile se queda fuera de la convocatoria. Con la salvedad del canterano Luismi y de Kakuta, que vive un situación muy extraña, el italiano es el único de los profesionales sanos del Sevilla que no viajó a Villarreal. Sí se subieron al avión Escudero y Cristóforo, que habían sido descartados en los dos partidos precedentes. Banega se quedó fuera de la lista de 19 elegidos debido a que no tiene el tobillo derecho en condiciones de jugar un partido de fútbol. El argentino sufrió una fuerte contusión el martes en el entrenamiento del equipo y no ha superado la inflamación. Beto, Carriço y Pareja continúan con sus respectivos procesos de recuperación. La lista la forman los porteros Sergio Rico y David Soria; los defensas Coke, Mariano, Rami, Kolodziejczak, Andreolli, Tremoulinas y Escudero; los medios Krychowiak, Cristóforo, Iborra, N'Zonzi y Krohn-Dehli; los mediapuntas Reyes, Vitolo y Konoplyanka; y los delanteros Gameiro y Llorente. Unai Emery se refirió así a Immobile durante su comparecencia de prensa: "Estoy contento con él. En las conversaciones se lo voy comunicando. Está integrado en el equipo y en el trabajo. Nos hemos orientado más a jugar con un punta. A partir de ahí, reducimos el número de delanteros y ahora mismo le está tocando estar fuera. Tiene paciencia para, cuando vuelva a participar, tener rendimiento y ayudar al equipo".

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