Prudencia y esperanza en la recta final

Fútbol l Liga BBVA

Barça y Madrid se juegan el título liguero mañana en el desenlace más esperado

Manuel Pellegrini, durante el entrenamiento realizado ayer.
Manuel Pellegrini, durante el entrenamiento realizado ayer.
Alberto Bravo (Dpa) / Madrid

15 de mayo 2010 - 05:02

El fin de semana más esperado en la temporada del fútbol español combina la prudencia del Barcelona y la esperanza del Real Madrid.

Así aguardan los dos aspirantes al título de la Liga la llegada de la última jornada, que decidirá quién ríe y quién llora. Mañana se definirá quién es el campeón después de una temporada extenuante, en la que ni Barcelona ni Real Madrid cedieron, aunque el actual campeón, con un punto más, tiene la ventaja de depender de sí mismo. De hecho, sería una gran sorpresa que el Barcelona perdiera el título, ya que le basta con hacer lo mismo que consiga el Real Madrid. Aunque cosas más complicadas se han visto, y a ello apelan los blancos.

El Barcelona asume su papel de favorito. Recibe en casa al Valladolid, que se juega el descenso, y una victoria le aseguraría el título sin mirar lo que haga el Real Madrid en su visita al Málaga.

Lo peligroso para el actual campeón es que durante toda la semana se habló más de los posibles fichajes para la próxima temporada -entre ellos David Villa y Cesc Fábregas- que del encuentro. Justo lo que menos le gusta a Josep Guardiola, su técnico.

Es de suponer que el entrenador catalán aleccionó correctamente a sus jugadores sobre la necesidad de darlo todo en el último encuentro de la temporada. Al menos, eso se desprende de los mensajes que están transmitiendo los futbolistas. "A día de hoy, lo realmente importante es pensar en el domingo. Lo importante es que dependemos de nosotros mismos, eso no tiene precio, aunque el Valladolid se juega la vida y tendrá una intensidad increíble", afirmó ayer el centrocampista Andrés Iniesta.

Por su parte, el Real Madrid lo hizo todo para llegar con opciones a la última jornada. Pero no le sirvió para situarse por encima del Barcelona, cuyo punto de ventaja es valiosísimo, y más sabiendo que también quedará por delante en caso de empate a puntos.

Pero los jugadores blancos, acostumbrados a vivir varios milagros en los últimos años, no pierden la esperanza, por más que el empeño suene al más difícil todavía.

"Los dos puntos negros, que fueron las eliminaciones de la Copa del Rey y de la Champions, tapan un poco la increíble campaña liguera que estamos haciendo. Pero aún puede cambiar todo, en sólo 48 horas", afirmó ayer el portero Iker Casillas. Y añadió: "En Málaga tenemos que pensar sólo en nuestro partido, porque lo primero que tenemos que hacer es ganar nosotros. Todo puede pasar, que el Barça falle o que fallemos nosotros, porque tanto el Valladolid como el Málaga se juegan mucho".

La casualidad quiso que tanto Barcelona como Real Madrid disputaran la última jornada ante equipos que se juegan la permanencia en 90 minutos, rivales que se lo dejaran todo.

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