Durante este 2014 que acaba de arrancar el entorno de la plaza del Pumarejo y la calle San Luis se va a dinamizar mediante las artes plásticas tomando como base de operaciones la sede de la asociación audiovisual y cultural El Farol. Dos comisarios independientes, Marcelino García y Sema D'Acosta, han puesto en marcha y sin ánimo de lucro un proyecto singular y de espíritu festivo, Plan Renove, que debuta hoy con una exposición colectiva de 50 artistas en la que han reunido nombres de la generación que emergió en torno al año 2000 y de los jóvenes valores que están despuntando ahora, además de un potaje vecinal.

La sede de El Farol, en la calle Aniceto Sáinz, 1, abrirá sus puertas a este proyecto en el que autores como Miki Leal o Fer Clemente, vinculados a The Richard Channin Foundation (1999-2002), y otros que auspiciaron el proyecto colectivo Sala de eStar (2003-2007), darán de forma simbólica la alternativa a los nuevos valores que están logrando destacar en estos difíciles tiempos.

Estas dos generaciones representadas en la primera muestra de Plan Renove son muy distintas. Para D'Acosta, "la promoción de 2000 era más gamberra, rebelde, debía hacer algo distinto para posicionarse en el entorno. Estaba más unificada también y contaba con un núcleo aglutinante que fue la Richard Channin Foundation y posteriormente Sala de eStar. Ahora no existe un grupo como tal, hay más individualidades y más heterogeneidad en todos los sentidos. Antes predominaba la pintura, ahora la fotografía".

El objetivo del proyecto Plan Renove es generar, desde el Pumarejo, actividades, principalmente expositivas, para promover a creadores noveles u otros que por su heterodoxia o singularidad permanecen aún al margen del circuito de galerías. Y, de paso, dinamizar desde la sociedad civil una de las zonas más genuinas de Sevilla. "Nuestra idea es plantear proyectos de adaptación que miren con respeto al Pumarejo. No buscamos el beneficio económico, sino abrir una vía de entrada a artistas noveles para que empiecen a interesarse por ellos. Sin pretensiones pero con mucha energía. Haremos proyectos en la calle, en tiendas, en casas... El precio de las obras es simbólico (de 100 a 550 euros) y lo que se recaude, si se vendiera algo, revertirá en los proyectos que se hagan", continúa D'Acosta.

La figura de Marcelino García es clave para el proyecto, por tratarse de un reconocido promotor cultural y activista, muy vinculado al barrio. García, médico de profesión y vecino de la calle San Luis, se ganó el respeto de los jóvenes artistas desde finales de los 90 con las exposiciones-subasta que organizó para recaudar fondos para el comité anti-sida. "Fue quien introdujo a Juan del Junco, Miki Leal, Manolo Bautista, Fer Clemente y muchos otros en los círculos artísticos y les buscó, por ejemplo, el local de The Richard Channin Foundation en la calle Macasta. Todos le aprecian muchísimo y de ahí la idea de arrancar con esa generación que de alguna manera él apadrinó hace más de una década", concluye D'Acosta.